Fran Leon Mora
Viernes 17 de Octubre de 2025
El restaurante Caladero ha irrumpido en Sevilla con la frescura de una taberna marinera, reivindicando el producto del mar sin olvidar la proximidad. Situado frente a la estación de Santa Justa, ocupa el local que durante décadas fue el emblemático restaurante Miguel Ángel, del Grupo La Isla.
Allí se fusionan dos fuerzas que ya nos parecen imprescindibles: una cocina fresca, marinera, sin artificios, y una carta de vinos que va más allá de lo habitual. En su catálogo figura Montenegro, distribuidor nacional de vinos que ha hecho una apuesta honesta por pequeños productores, por etiquetas que cuentan paisaje, por rarezas y por matices.
En la experiencia "Caladero de los sentidos", que tendrá lugar el 23 de octubre, el espectador no solo probará platos cuidadosamente diseñados, sino que estará ante un diálogo entre cocina y vino. Allí estarán Ignacio Soto y un servidor, Fran León, con dos roles distintos pero complementarios: él como enólogo que viaja y difunde ese catálogo Montenegro por toda Andalucía, y yo como guía humilde de las uvas de mi tierra, la Garrido Fino, que por fin tiene su momento de brillo.
1º Caladero = cocina sincera del mar
No es solo un restaurante bonito ni un nombre llamativo: es una apuesta real por la pesca fresca, la temporada, el respeto al producto justo al lado de Sevilla. La vitrina, los cambios de carta, la informalidad bien medida... todo habla de autenticidad.
2º Montenegro = el catálogo que marca diferencia.
Tener vinos de Montenegro no es tener nombres comunes: es tener joyas ocultas, vinos de perfiles distintos, de pequeños viñedos, que no están en todas las cartas. Es una apuesta por diferenciación, riesgo y belleza sensorial. Lo digo con conocimiento: he visto cómo un restaurante con "Vinos Montenegro" ya rompe el esquema frente a uno con carta estándar.
3º Bodega Salado = raíces, autenticidad, futuro.
Que estos vinos salgan a la luz, que tengan voz más allá de la bodega, es un motivo de orgullo. El día que hablo de la uva Garrido Fino no lo hago desde pedantería, sino desde el respeto al esfuerzo de quienes la cultivan, al suelo, al clima, a una identidad. Ese discurso conectado con Salado tiene sentido cuando lo vinculamos con cocinas como la de Caladero y vinos con alma como los de Montenegro.
El evento se presenta así:
Fecha: Miércoles 23 de octubre
Lugar: Restaurante Caladero (Avda. Kansas City, 7, Sevilla)
Hora: 21:00 h
Precio: 55 €/personaReservas:
630 67 38 17
comercial@grupolaisla.es
Una cena maridaje exclusiva donde la cocina de producto de Caladero se armoniza con vinos del catálogo nacional de Montenegro. Serán cinco pases, cada uno acompañado de una selección de vinos cuidadosamente elegida, y comentada en directo por Ignacio Soto y por mí, Fran León:
Caladero marino en texturas
Vino: Blanco Finca Las Yeguas / Atún del estero curado al sol de Andalucía
Vino: Blanco FY Bajo Velo / Rape del Atlántico con mayonesa de ajo madurado a alta temperatura
Vino: Blanco Monopole / Presa ibérica "Lazo" en equilibrio de fuego y tiempo
Vino: Tinto Vara y Pulgar / Tocino de cielo con espuma de naranja sevillana
Vino: Umbretum 1810
El restaurante Caladero, buque insignia del Grupo La Isla, es un templo del producto marino en Sevilla. Bajo la dirección culinaria del chef David Vela, nacido en Conil de la Frontera —tierra de costa, atunes y salinas—, la cocina de Caladero respira respeto, precisión y sabor.
David Vela ha estado los últimos años en la casa madre del grupo hostelero sevillano, el restaurante decano del mismo nombre, y recientemente ha sido trasladado a Caladero para liderar su cocina como Jefe de Cocina. Su propuesta no se esconde en artificios: pone al producto en el centro, lo acompaña con técnicas justas y lo envuelve en presentaciones sobrias que conectan con la memoria del comensal.
Este tipo de eventos son lo que me motivan: descorrer cortinas, enlazar territorios, y que el público vea que detrás de una copa hay muchas manos, muchas historias.
Fran León.