Enoturismo en Mendoza reconocido por sus prácticas responsables y sostenibles

Mendoza se presenta como un modelo exitoso de enoturismo sustentable, reconocido internacionalmente en la Cumbre Mundial de Enoturismo por su enfoque innovador en el turismo regenerativo.

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Lunes 03 de Marzo de 2025

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En un contexto de disminución del consumo mundial de vino, el enoturismo se consolida como una herramienta estratégica para revitalizar la industria y adaptarse a las nuevas dinámicas de consumo del mercado.

Las bodegas locales han respondido a los desafíos de la crisis ambiental global mediante la implementación de medidas de mitigación que incluyen tecnologías como paneles solares, biolagos, riego controlado, recuperación y tratamientos del recurso hídrico y sistemas de desinfección por ozono, reduciendo así su impacto ambiental, social de su entorno natural.

Situada al pie de la majestuosa Cordillera de los Andes, Mendoza ofrece un panorama único que promueve tanto actividades al aire libre como la conservación de los recursos naturales.

En este contexto, el enoturismo une la producción vinícola con vivencias culturales y costumbres gastronómicas, resaltando su rica tradición vitivinícola, la calidad de sus vinos, la calidez de sus habitantes, su valioso patrimonio arquitectónico y paisajes inigualables.

Con más de 200 bodegas abiertas al turismo, Mendoza lidera el enoturismo en Latinoamérica, ofreciendo desde catas sensoriales hasta experiencias de lujo en escenarios biodiversos deslumbrantes.

Regiones como el Valle de Uco, Maipú, San Rafael, el Este y Luján de Cuyo destacan por sus propuestas que integran vino, naturaleza, tradiciones y cultura local, generando vivencias inmersivas únicas, de gran calidad y lujo.

El impacto económico del enoturismo se extiende a sectores como la gastronomía, el transporte, hotelería, organización de eventos, turismo cultural y de naturaleza, beneficiando ampliamente a los destinos locales a través de actividades económicas indirectas.

A pesar de los desafíos hídricos, Mendoza se posiciona como un referente en enoturismo responsable, adoptando prácticas agrícolas orgánicas y biodinámicas que minimizan el uso de químicos, protegiendo la salud del suelo y fomentando la protección de la biodiversidad.

Los empresarios locales, comprometidos con la sostenibilidad, han implementado sistemas de riego eficiente, tratamiento de efluentes, recuperación de aguas y energías limpias, contribuyendo a mitigar los impactos negativos y preservar los recursos naturales y cauces hídricos.

En 2024, Mendoza fue reconocida como Ciudad Iberoamericana de la Gastronomía, consolidándose como una de las provincias argentinas más destacadas en la organización de eventos internacionales.

Su infraestructura turística y profesionales enogastronómicos bien calificados, incluye hoteles de alta gama, conexiones aéreas directas y prestigiosas instituciones académicas especializadas en turismo y enología.

En resumen, Mendoza combina de manera excepcional factores como clima, suelo y altitud, que aportan singularidad a sus vinos, con paisajes extraordinarios para el desarrollo de un enoturismo sustentable. Además, su relevancia en la industria vitivinícola atrae a estudiantes e investigadores de todo el mundo en áreas como agricultura, ciencias naturales, enología, turismo y recursos hídricos.

Con un sólido compromiso hacia la sostenibilidad, experiencias inmersivas y su inigualable riqueza cultural y natural, Mendoza se reafirma como líder regional en enoturismo y ecoturismo sustentable.

A lo largo del año, ofrece una amplia gama de actividades turísticas, incluyendo enoturismo, turismo de naturaleza, de negocios (MICE), de montaña, termal, cultural y de nieve.

@enoturis / www.bywine.com.ar

Un artículo de Danielasquez
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