El mosquito verde asola los viñedos

La plaga silenciosa difícil de controlar, que devora los viñedos

Lunes 09 de Septiembre de 2024

Compártelo

Leído › 2776 veces

El mosquito verde, conocido científicamente como Jacobyasca lybica, se ha convertido en un problema creciente para el cultivo de la viña en los últimos años. Este insecto, perteneciente a la familia de los cicadélidos, se caracteriza por ser chupador-picador, lo que le permite alimentarse de la savia de las plantas. Su acción provoca el desecamiento de las hojas, que eventualmente caen, afectando negativamente a la salud de la planta y, en consecuencia, a la calidad de la uva. Esta situación ha generado preocupación tanto entre los viticultores convencionales como en los que practican el cultivo ecológico, debido a la falta de tratamientos eficaces y duraderos para detener su avance.

El mosquito verde solía atacar principalmente a árboles jóvenes como almendros, albaricoques y cerezos en viveros, donde causaba daños considerables. Una vez que estos árboles eran trasplantados, el insecto dejaba de ser una amenaza significativa. Sin embargo, hace aproximadamente una década, comenzó a afectar gravemente a las viñas, un cultivo que hasta ese momento no era su objetivo principal. Desde entonces, la plaga no ha dejado de extenderse, complicando cada vez más la situación para los viticultores, que ahora luchan contra un insecto difícil de controlar.

Según Miquel Serra, técnico de la Asociación de Producción Agraria Ecológica de Mallorca (APAEMA), el mosquito verde tiende a propagarse con facilidad en viñedos cercanos a zonas forestales, especialmente aquellas con pinos y garriga, donde el insecto encuentra refugio durante el invierno. Con la llegada de la primavera y el crecimiento de las vides, el mosquito comienza su ataque, que se intensifica a partir del mes de junio. Serra explica que el insecto se alimenta situándose en el envés de las hojas, donde chupa la savia, lo que provoca que los bordes de las hojas cambien de color y se sequen. Este daño debilita a la planta y, si la infestación es alta, afecta gravemente la maduración de las uvas. Las hojas caen de manera prematura, lo que impide el desarrollo adecuado de la vid y reduce tanto el contenido de azúcares como la calidad general de la cosecha, comprometiendo la vinificación.

El control del mosquito verde es especialmente complicado debido a su naturaleza polífaga, es decir, su capacidad para alimentarse de una amplia variedad de plantas. Además, se desplaza con facilidad, lo que dificulta las estrategias para frenar su propagación. Anteriormente, los principales problemas de la viña se centraban en los hongos, como el mildiu en los meses de mayo y junio, el oídio durante el verano y la botrytis al acercarse la recolección. Sin embargo, ahora el mosquito verde ha sumado un nuevo reto para los viticultores, que deben lidiar con esta plaga persistente durante dos o tres meses, sin que se logre eliminar del todo.

Actualmente, los tratamientos disponibles se limitan principalmente a opciones químicas, que incluyen arcillas, aceites de naranja y aceites parafínicos, así como piretrinas naturales. Estos productos dificultan que el mosquito se establezca en la viña, aunque su efecto es de corta duración. Además, los tratamientos deben aplicarse con mucha frecuencia, lo que incrementa considerablemente los costes. Según Serra, estos gastos pueden representar entre el 30 y el 40% del presupuesto total destinado al control sanitario de las viñas. Por otro lado, aunque existen algunos insectos himenópteros parásitos que podrían ayudar en el control biológico del mosquito verde, su efectividad es muy limitada y no se ha logrado potenciar su acción lo suficiente como para depender de ellos como solución definitiva.

Ante esta situación, muchos viticultores aún buscan estrategias más efectivas y accesibles, mientras otros simplemente intentan sobrellevar el problema con los recursos que tienen a mano. Sin embargo, la falta de una solución clara y definitiva sigue siendo un tema de preocupación. La búsqueda de métodos más efectivos para combatir esta plaga es esencial para asegurar la salud de las viñas y la calidad de las cosechas, elementos fundamentales para la industria vinícola en las zonas afectadas.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 2776 veces

Tendencias

Más Tendencias