Unión de Uniones pide una revisión urgente de las ISV ante la crisis del sector

Desde hace tiempo, el sector vitivinícola español se enfrenta a desafíos considerables que han puesto a prueba su resiliencia y capacidad de adaptación. La situación actual exige una reflexión profunda sobre cómo se están manejando las medidas de apoyo y las políticas destinadas a fortalecer a los viticultores y bodegas del país. A la luz de estos retos, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha lanzado un llamamiento urgente para que se revisen y adapten las políticas de intervención en el sector vitivinícola, conocidas como ISV (Intervención Sectorial Vitivinícola).

Este llamamiento surge en un momento en que el sector no solo lidia con las consecuencias de la pandemia global y la guerra en Ucrania, sino también con una serie de crisis estructurales que van desde la sequía hasta los cambios en los patrones de consumo de vino. En efecto, la organización agraria subraya la importancia de no dejar de lado a un sector tan crucial, que representa una parte significativa de la economía en numerosos municipios del país, como es el caso de Utiel, donde la viticultura es pilar fundamental no solo económico sino también social y cultural.

La organización enfatiza que, aunque es cierto que la calidad del vino comienza en la viña, es fundamental garantizar una remuneración justa para las uvas y una compensación adecuada ante el aumento de los costes de producción. Este incremento de costes no es un fenómeno nuevo, sino que se ha venido agravando desde antes de la pandemia, exacerbado recientemente por el impacto económico derivado de conflictos internacionales.

El análisis de la situación del sector no se detiene en la producción y la economía directa, sino que abarca también las tendencias de consumo. Se observa una disminución en las cifras de consumo de vino tanto en el mercado interno como externo, una realidad que impulsa la necesidad de adaptarse a nuevas preferencias y modalidades de consumo, como las que promueve el enoturismo. Estos nuevos hábitos representan tanto un desafío como una oportunidad para el sector, que requiere de herramientas y políticas adaptadas para aprovechar las tendencias emergentes y satisfacer las demandas del mercado.

Además de la adaptación de las políticas de intervención, otro aspecto crucial que la Unión de Uniones destaca es la necesidad de revisar y mejorar los seguros agrarios. Estos seguros juegan un papel vital en la protección de las rentas de los agricultores y deben ser ajustados para reflejar la realidad diversa y multifacética del sector vitivinícola español. La organización argumenta que encontrar soluciones efectivas para optimizar esta herramienta es esencial para asegurar la estabilidad y el crecimiento futuro del sector.

El llamado de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos es un recordatorio de que las políticas públicas deben ser dinámicas y capaces de adaptarse a las condiciones cambiantes y a las necesidades específicas de cada sector. La intervención sectorial en la viticultura no es solo una cuestión de apoyo económico, sino también un compromiso con el mantenimiento de una parte vital de la herencia cultural y social de España. En este contexto, la revisión y adaptación de las ISV no solo es una demanda lógica, sino una necesidad imperante para asegurar que el sector vitivinícola pueda seguir contribuyendo al tejido socioeconómico del país con la misma fuerza y vitalidad que ha mostrado hasta ahora.