En el fondo de mar, matarile…

Que recuerdos de la infancia al cantar esa canción y que hoy me sirven para presentaros un vino con crianza en el mar. Y ahora podemos pensar que, tal cual otros que ya están en el mercado. Pero no. Sumerjámonos en una historia con raíces de Terra Alta

Javier Campo

Martes 27 de Agosto de 2019

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Quizá me tenga que extender un poco para explicar el titular y el enunciado, pero, que caray. Seguro que os va a parecer cuando menos, curioso. Pues como hemos dicho, nos situamos en la Terra Alta. Concretamente en Batea. Una pequeña localidad de la comarca tarraconense y que está incardinada en las amadas y bellas Terres de l'Ebre. En esta localidad, y para simplificarlo un poco, cinco familias deciden unirse para crear una bodega que, hoy en día, ya es un referente en Terra Alta: Celler La Botera.

Una de sus gamas de vino se llama Vila Closa que en catalán significa más o menos villa cerrada (o Vi La Closa, vino de la cerrada) tiene como imagen el ojo de una cerradura. Por ello "donde están las llaves...". Era fácil hacer el juego de palabras, pero el tema es bastante más complejo. Los "arabismos" populares son los que nos dejan esta canción infantil y el "ma tarí li" tiene significado. Una pequeña pincelada histórica, pero muy corta. Vamos a añadir el origen de otro de sus vinos: Mudèfer.

Es el nombre de una pequeña colina entre Batea y Caseres, el Tossal de Mudèfer (Al-mudefar o Almuzaffar) que significa El Victorioso. Otra pincelada histórica. Ambas con raíces árabes. Pero la provincia de Tarragona ha sido tierra de Fenicios, Cartagineses, Romanos, Visigodos, Templarios, Cátaros y Hospitalarios, además de los nombrados árabes. Todos ellos tenían en común la utilización de las ánforas como medio de transporte y comercio de líquidos tales como el vino, el aceite y otros alimentos preciados.

Y aquí se empieza a vislumbrar el porqué de toda esta película para hablar de un vino en ánfora. Pero, aun así, hay que explicarla, un poquito más. Los vinos de Terra Alta, hoy en día, están presentes en todo el mundo y su Garnacha Blanca es reconocida y admirada por los amantes del vino de cualquier país. Aquí en Terra Alta, en la Toscana Catalana, como la llaman algunos, se elaboran grandes vinos jóvenes, con garnachas, cariñenas y otras variedades, y con diferentes tipos de crianza, y entre esos tipos, la crianza en ánfora.

Pero eso no es nuevo, ni noticia. Francis, sus hermanos y demás de la bodega (es largo de explicar) han tenido la idea de hacer una crianza bajo el Mare Nostrum, el Mediterráneo. Y eso ¿es nuevo? Pues no. Ya hay muchas bodegas que dejan sus botellas en nuestras costas para que el mar aporte su magia al vino. El elemento diferencial del proyecto es que La Botera no ha metido en el mar botellas con vino dentro. Ha metido ánforas de 75 cl individuales llenas de su vino top, el Mudéfer. Esto es una practica pionera para un vino de la Terra Alta (esté o no dentro de la Denominación de Origen).

Tener la oportunidad de probar los jóvenes Vila Closa con y sin crianza bajo el mar y, terminar con un vino como es el Mudéfer, criado en barrica y su versión subacuática con seis meses en los dominios de Neptuno, es una experiencia única. Para los que tienen inquietud por probar esta maravilla solo me queda anunciaros que, aunque aún no está en el mercado, no tardaremos mucho en poder disfrutar de un vino singular y del que oiremos hablar mucho y bien.

Javier Campo
Sumiller y escritor de vinos
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