La verdad sobre el vino tinto y la salud del corazón

¿Es cierto que el vino tinto es beneficioso para la salud del corazón, o es un mito?

Lucas Heredia

Viernes 25 de Septiembre de 2015

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Los médicos de todo el mundo recomiendan una copa de vino tinto al día para tener un corazón sano. Todo los estudios afirman que el consumo moderado de vino es beneficioso para la salud cardiovascular. ¿Pero qué hay de cierto en todo esto?

La disyuntiva causa-efecto de los beneficios del vino para la salud es una de las cosas que más intriga a científicos de todo el mundo. Durante décadas investigadores de todo el planeta se han planteado la incognita de por qué es beneficioso el consumo de vino tinto para la salud.

Nuevas hipótesis plantean ahora la posibilidad de que las ventajas que pensábamos eran específicas para el vino tinto en realidad puede ir mucho más allá del vino.

Epidemiólogos franceses popularizaron el mito de la "paradoja francesa", en la década de 1980, al referirse a un fenómeno en el que los habitantes de este país parecen tener tasas más bajas de enfermedades del corazón a pesar de comer grandes cantidades de grasas saturadas y colesterol. Poco después, los científicos se apresuraron a llegar a una explicación asociada al consumo de vino.

La más popular de las teorías es que el corazón recibe directamente los beneficios del resveratrol, un compuesto de origen vegetal que producen de forma natural muchos tipos de plantas -la vid entre ellas- para defenderse de agresiones externas. Este producto químico se encuentra también presente en los frutos de algunas de estas plantas, como bayas rojas, uvas o frutos secos (nueces, cacahuetes...), sin embargo sólo en el vino tinto su presencia es lo suficientemente grande como para producir efectos saludables. Posiblemente se deba a la particular forma de elaboración de los tintos, donde se requieren una mayor concentración de frutos, un riguroso prensado, y un periodo de maceración, todo ello propiciando una mejor y mayor extracción de resveratrol presente en las pieles de las uvas.

Los científicos creían que era exclusivamente la actividad antioxidante de este compuesto lo que protegía al corazón frente a enfermedades cardiovasculares, pero recientes estudios apuntan a que no sólo el resveratrol es el responsable de un corazón sano, existe otro compuesto que podría formar parte de la ecuación: El alcohol.

Ahora, una prometedora teoría sugiere que los beneficios pueden no estar presente especificamente en el vino, sino en el alcohol de una manera más general.

La conexión alcohol-colesterol

En las bebidas alcohólicas, incluyendo el vino, se encuentran presentes varios tipos diferentes de alcohol. El tipo de alcohol más habitual, tanto en el vino como en otras bebidas, es el etanol, popularmente conocido como alcohol etílico. La cantidad de etanol en una bebida varía en función del tipo de elaboración y, lógicamente, de la cantidad o tamaño de la copa. En general las bebidas destiladas, como el ron, el vodka, el whisky, o el aguardiente, tienden a tener graduaciones más elevadas - alrededor del 40% en volumen. Sin embargo las bebidas fermentadas, como la cerveza, la sidra, o el vino, su presencia es significativamente menor, entre 10-15% en vinos y un promedio del 5% en sidras y cervezas.

Los nuevos estudios sugieren que el etanol afecta a los niveles de colesterol, que está presente en todas las células de nuestro cuerpo. El colesterol es necesario y beneficioso para el organismo, ya que es responsable del buen funcionamiento celular así como de la producción de hormonas y la asimilación de vitaminas y otros nutrientes.

Sin embargo un exceso de colesterol puede ser perjudicial, incluso mortal, especialmente si se acumula en la sangre.

Solíamos pensar que el colesterol procedente de los alimentos ricos en grasas saturadas, como los huevos, la carne, las aves de corral y determinados productos lácteos, eleva los niveles de colesterol que circulan por la sangre, pero la ciencia reciente sugiere lo contrario.

De cualquier manera, cuando el hígado produce más colesterol de lo normal pueden formarse acumulaciones en las paredes de las arterias (trombos). Esto hace que sea difícil para el corazón hacer circular la sangre y, en el peor de los casos, causar un ataque al corazón (infarto) o un aneurisma por el bloqueo de flujo sanguíneo al cerebro.

Si bien es importante mantener niveles saludables de los dos tipos de colesterol, - el "bueno" - las lipoproteínas de alta densidad (HDL) y - el "malo" - las lipoproteínas de baja densidad (LDL), altos niveles del colesterol "malo" LDL pueden originar las mencionadas placas que obstruyen las arterias.

Por su parte, es importante mantener niveles saludables de colesterol HDL. El colesterol "bueno" que ayuda al transporte de excesos de colesterol LDL (malo) de regreso al hígado donde puede ser desechado.

Los estudios demuestran que el consumo moderado de alcohol de cualquier tipo eleva los niveles de colesterol "bueno" HDL mediante el aumento de la tasa que se transporta a través de la sangre.

Por tanto, el consumo moderado o muy moderado, en el caso de destilados, de cualquier bebida alcohólica puede servir para mantener unas arterias limpias de placas, si bien la baja graduación alcohólica de las bebidas fermentadas y la adición de los efectos beneficiosos añadidos de los antioxidantes, como el resveratrol, hacen del vino, especialmente del vino tinto, la mejor bebida del mundo para mantener un corazón y un sistema cardiovascular sano, siempre que sean consumido con moderación.

De hecho, la investigación sugiere que un consumo moderado de vino es en realidad mejor para el corazón que evitar el alcohol en absoluto.

Pero no nos cansaremos de insistir que estos beneficios sólo se producen si el consumo se realiza con moderación. Tomar más de 2 copas de vino al día es perjudicial para la salud. Y desde luego el sobreconsumo excesivo y a largo plazo de alcohol está fuertemente vinculado a problemas del corazón, derrames cerebrales, hepatitis, cáncer, diabetes y la muerte.

Fuente: American Chemical Society

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