La incipiente llegada del Sake a la gastronomía mediterránea

Pero… ¿qué es el sake exactamente? El sake es una bebida fermentada a base de arroz y su graduación alcohólica oscila entre los 12º y los 16º. Lo comento por los que confunden el sake con esos destilados indefinidos de más de 50º que te sirven al final de la comida en algún restaurante chino y que no son sake.

El sake que puede beberse tanto frío como caliente. Recomiendo beber el caliente en sus elementos originales, el masu, el ochozo, el katakuchi o el sakazuki. Para el sake frio, lo mejor es servirlo directamente en una copa. Riedel tiene una copa concreta para beber sake, pero se puede utilizar otra copa de buena calidad en su defecto.

El sake no es vino, ni bebida destilada como el Whisky y aunque es parecido el proceso, no es cerveza. El sake a diferencia del vino, no fermenta, de manera que el azúcar se convierte en alcohol, sino que se debe primero transformar el almidón del arroz en azúcar fermentable a través de un moho llamado koji-jin y, con ayuda de las levaduras, dará paso a una fermentación única llamada fermentación múltiple paralela.

Esto tan solo han sido unas pinceladas técnicas. En otro artículo hablaremos más detenidamente del sake y su elaboración, tipos, etc. si vosotros, los lectores, estáis interesados.

Pues eso… Los sake junmai ginjo (los llamados premium, para que nos entendamos) son unos maravillosos compañeros de mesa. Pero claro, nos viene a la cabeza la asociación más evidente: sake y sushi. Evidentemente es un maridaje fantástico. Pero, aquí no comemos solo sushi. Nuestra gastronomía es rica y variada, y existen muchas posibilidades de maridaje.

Ciertos embajadores nipones del sake se han desplaza a Europa para que el sake no muera y quizás sea en las Islas Británicas donde primero han sabido ver todas las posibilidades que ofrece éste exquisito producto.

Además de introducirse como bebida básica en la coctelería más ‘cool’, el sake está presente en muchos restaurantes ingleses, incluso en cervecerías.

Poco a poco, las tendencias que se extienden por algunos países de Europa llegan a España y son varios los sumilleres de restaurantes prestigiosos los que apuestan por las opciones diferentes al vino e introducen el sake en sus menús degustación como parte del maridaje.

Unas gambas a la plancha o al vapor (de sake), crustáceos y marisco en general, postres de chocolate, las temidas alcachofas (en el maridaje con vino), algún jamón… Las posibilidades de maridaje con la amplia gama de sakes es cada vez mayor.

Así que, profesionales y consumidores, os recomiendo el consumo (moderado claro) de ésta desconocida bebida milenaria.