Miércoles 24 de Septiembre de 2025
La decisión de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, el Medio Ambiente y el Trabajo (Anses) de Francia de no renovar la autorización para 20 fungicidas a base de cobre ha generado preocupación entre los viticultores ecológicos del país. La medida afecta a todas las preparaciones en polvo, incluidas marcas conocidas como Kocide 2000 y Kocide Flow. Solo dos productos, Champ Flo Ampli y Héliocuivre, mantienen su autorización, aunque bajo condiciones mucho más estrictas.
Anses ha justificado esta decisión por los riesgos para la salud de los trabajadores del viñedo. Según el organismo, los datos disponibles no permiten descartar efectos nocivos para los usuarios. Además, señala que los fabricantes no han aportado información suficiente sobre la seguridad de estos productos. La agencia recuerda que corresponde al distribuidor demostrar que el uso del producto no supone un riesgo inaceptable.
Las nuevas normas establecen un máximo de cuatro kilogramos de cobre por hectárea y año. También se exige un intervalo mínimo de siete días entre aplicaciones, restricciones en zonas cercanas a viviendas y cursos de agua, y la prohibición de tratamientos durante la floración. El sector ha mostrado su desacuerdo con la medida, especialmente porque los productos en polvo más económicos dejarán de estar disponibles a partir de 2026. Muchos productores habían vuelto a utilizar estas opciones en los últimos años por motivos económicos.
Nicolas Constant, consultor ecológico del Instituto Francés de la Viña y el Vino (IFV), explica que hasta ahora las restricciones se habían justificado por motivos medioambientales, pero que Anses pone ahora en primer plano el riesgo para los usuarios. Por su parte, Georg Forster, presidente de la asociación alemana Ecovin, afirma que no comprende la justificación sobre la seguridad para los usuarios y recuerda que llevan años trabajando para reducir el uso de cobre en el viñedo y lograr la aprobación del fosfonato potásico como alternativa. Forster añade que no espera restricciones similares en Alemania.
En Francia, sin embargo, crece la preocupación. François Garcia, representante de la cámara agrícola de Hérault, considera que el cobre es imprescindible en la agricultura ecológica y advierte sobre las graves consecuencias que pueden derivarse de estas restricciones. La organización SudVinBio alerta de que muchos productores podrían verse obligados a abandonar las prácticas ecológicas.
Según datos del Instituto Itab, los viticultores ecológicos franceses emplearon una media de 3,72 kg/ha de cobre en 2024. Sin embargo, en regiones como Nueva Aquitania (4,8 kg/ha), Champaña (4,55 kg/ha) y Borgoña (4,3 kg/ha), el uso fue superior al promedio nacional.
De cara al futuro inmediato, IFV indica que 17 productos a base de cobre seguirán disponibles para la vendimia de 2026 bajo las normas actuales. No obstante, su autorización también expirará próximamente. Si Anses aplica los mismos criterios para su renovación, expertos advierten que estos productos podrían desaparecer del mercado francés.