Italia recupera el liderazgo mundial en vino con una vendimia histórica en 2025

Jueves 11 de Septiembre de 2025

Italia prevé 47 millones de hectolitros y refuerza su posición como primer productor mundial

La vendimia italiana de 2025 se perfila como una de las más importantes de los últimos años, tanto por volumen como por calidad. Según las estimaciones presentadas este martes por Assoenologi, ISMEA y la Unione Italiana Vini (UIV), la producción alcanzará los 47,4 millones de hectolitros, lo que supone un aumento del 8% respecto a la campaña anterior y sitúa a Italia nuevamente como el primer productor mundial, por delante de Francia (37,4 millones) y España (36,8 millones).

El informe, elaborado con la colaboración del Ministerio de Agricultura y las regiones, señala que las uvas presentan un estado sanitario bueno en casi todas las zonas vitivinícolas. Esta situación es resultado de una gestión agronómica precisa y de unas condiciones meteorológicas favorables: el invierno dejó buenas reservas hídricas, la primavera fue suave y el verano, aunque irregular, permitió adelantar la vendimia en varias áreas. En el sur del país, la disponibilidad de agua acumulada en primavera ayudó a los viñedos a soportar las olas de calor registradas en junio y agosto.

El crecimiento no ha sido uniforme en todo el territorio. El sur experimenta un aumento del 19% en la producción, impulsado sobre todo por Puglia (+17%) y Sicilia (+20%). En el noroeste, la producción sube un 8%, con Lombardía recuperando terreno (+15%), aunque todavía por debajo de su media quinquenal. El noreste también crece (+3%), con incrementos notables en Friuli-Venezia Giulia (+10%) y Trentino-Alto Adige (+9%). En cambio, el centro del país registra una caída del 3%, debido principalmente al descenso en Toscana (-13%) tras una cosecha muy abundante en 2024.

El Veneto se mantiene como la principal región productora con casi 12 millones de hectolitros (un cuarto del total nacional), seguida por Puglia (19%) y Emilia-Romaña (15%). Sicilia y Abruzzo completan los cinco primeros puestos, desplazando a Piemonte y Toscana.

Desde el punto de vista cualitativo, los expertos prevén vinos frescos y longevos en el norte gracias a la maduración fenólica alcanzada y al potencial aromático favorecido por las diferencias térmicas a finales de agosto. En el centro se esperan perfiles equilibrados y en el sur tintos con estructura.

Riccardo Cotarella, presidente de Assoenologi, explica que hasta hace unas semanas la maduración era regular en el centro-norte gracias al equilibrio entre sol y lluvias. Sin embargo, las precipitaciones excesivas han generado problemas puntuales, mientras que el sur ha sufrido sequía. A pesar de estas diferencias climáticas, Cotarella subraya que la calidad general es muy buena e incluso excelente en algunas zonas. Señala también que el papel de los enólogos es cada vez más importante para afrontar los cambios climáticos y garantizar la seguridad tanto en viñedos como en bodegas.

Sergio Marchi, director general de ISMEA, atribuye los buenos resultados a las condiciones meteorológicas favorables y al apoyo institucional. Destaca especialmente el crecimiento registrado en el sur del país. Marchi menciona también las políticas impulsadas por el Gobierno italiano para apoyar al sector mediante inversiones en promoción y contratos de cadena productiva.

Lamberto Frescobaldi, presidente de UIV, advierte sobre los riesgos derivados del exceso de oferta: con una vendimia tan abundante y unos 37 millones de hectolitros almacenados en bodega, será difícil asegurar una remuneración adecuada para toda la cadena productiva. Frescobaldi propone revisar las normas actuales para permitir una mayor flexibilidad según las necesidades del mercado.

En cuanto al comercio exterior, Matteo Zoppas (Agenzia ICE) señala que el vino italiano atraviesa una fase compleja: aunque la vendimia es positiva desde el punto de vista cualitativo y cuantitativo, el mercado está saturado y los aranceles estadounidenses penalizan las exportaciones. Entre enero y mayo se ha registrado un descenso del 4% en volumen exportado respecto al mismo periodo del año anterior; sin embargo, el valor se mantiene estable en 3.200 millones de euros. El mercado estadounidense sigue siendo prioritario para Italia.

A nivel europeo, tras dos campañas marcadas por problemas meteorológicos, la producción vuelve a crecer ligeramente (+2,1%). Francia recupera parte del terreno perdido con 37,4 millones de hectolitros y España desciende hasta los 36,8 millones. Alemania y Portugal completan los primeros puestos con cifras mucho menores.

En cuanto a precios internos, el índice Ismea muestra un aumento medio del 1% respecto al año anterior: los vinos blancos comunes suben un 4%, mientras que los tintos bajan; las denominaciones Doc-Docg caen un 2% debido a los tintos pero suben ligeramente en blancos; las Igt aumentan un 1%. Las existencias a finales de julio permanecen estables respecto al año pasado.

En distribución nacional se observa un aumento en la compra de espumosos tanto en volumen como en valor dentro del canal alimentación moderna; sin embargo, los vinos tranquilos muestran cierta ralentización. Para la demanda internacional, tras un buen año 2024 se confirma una ligera reducción de volúmenes exportados (-4%) durante los primeros cinco meses del año actual debido sobre todo al descenso en vinos comunes; las denominaciones protegidas mantienen su tendencia positiva.

Las previsiones para esta campaña indican que Italia mantendrá su liderazgo mundial tanto por cantidad como por calidad. No obstante, persisten preocupaciones entre productores e instituciones sobre cómo gestionar una oferta tan elevada ante mercados saturados y nuevas barreras comerciales internacionales.