Yvette van der Merwe anima a los participantes del Congreso Mundial del Vino a dialogar sobre los problemas actuales del sector

Jueves 15 de Mayo de 2025

La presidenta de la OIV insiste en la cooperación entre países como clave para afrontar retos comunes

Yvette van der Merwe, presidenta de la OIV

La ciudad de Chișinău, capital de la República de Moldavia, acogerá del 16 al 20 de junio de 2025 el 46º Congreso Mundial de la Viña y el Vino. El evento reunirá a expertos, investigadores, científicos, enólogos, productores y aficionados al vino procedentes de numerosos países. La cita está organizada por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), que ha elegido Moldavia como sede en reconocimiento a su historia vitivinícola y a su papel actual en el sector.

Moldavia cuenta con una tradición vinícola que se remonta a varios milenios. En los últimos diez años, el país ha experimentado una transformación en su industria del vino. Los productores han apostado por la innovación sin dejar de lado las prácticas tradicionales. El país cultiva variedades autóctonas y también produce vinos reconocidos internacionalmente. Moldavia ocupa actualmente el puesto número 19 entre los mayores productores mundiales y exporta el 85% de su producción a 70 países.

Ludmila Catlabuga, ministra de Agricultura y Alimentación de Moldavia, ha dado la bienvenida a los participantes mediante un mensaje oficial. Catlabuga ha señalado con orgullo que Chișinău se convertirá en la capital mundial del vino durante esos días. Ha subrayado la importancia del congreso como punto de encuentro para compartir conocimientos y experiencias sobre viticultura y enología. Según sus palabras, el evento permitirá mostrar tanto las tradiciones antiguas como los métodos innovadores que caracterizan al sector moldavo. La ministra ha puesto en valor la hospitalidad local y ha invitado a los asistentes a conocer la cultura del país.

Catlabuga agradeció a la OIV la confianza depositada en el país y afirmó que el congreso no solo será un foro de intercambio de conocimientos, sino también una oportunidad para tejer nuevas relaciones profesionales. La ministra invitó a los participantes a descubrir una región vinícola con identidad propia, donde conviven variedades autóctonas con vinos reconocidos a escala internacional.

Por su parte, Yvette van der Merwe, presidenta de la OIV, ha explicado que el congreso representa una oportunidad para reflexionar sobre los avances logrados y afrontar juntos los problemas actuales del sector. Van der Merwe ha recordado que Moldavia es un referente internacional gracias a su historia vitivinícola y su apuesta por la innovación. Ha animado a los participantes a aprovechar este foro para dialogar sobre sostenibilidad, progreso científico y respeto por las tradiciones.

Merwe, señaló asimismo que Moldavia representa hoy un ejemplo de evolución en el sector, con una apuesta firme por la calidad, la innovación y la sostenibilidad. Recordó que el congreso permitirá reforzar la cooperación entre países, intercambiar experiencias y sentar las bases de nuevas estrategias comunes. También expresó su entusiasmo por celebrar esta edición en un país donde la viticultura está profundamente arraigada en la vida cotidiana y forma parte de su identidad colectiva.

El congreso incluirá ponencias, mesas redondas y actividades relacionadas con la investigación científica, las nuevas tecnologías aplicadas al viñedo y la bodega, así como debates sobre sostenibilidad ambiental y social. Los asistentes podrán conocer de primera mano las bodegas moldavas, sus métodos de elaboración y las características de sus vinos. Además, se organizarán visitas a viñedos históricos y encuentros con productores locales.

La elección de Moldavia como sede responde al interés internacional por conocer mejor una región que ha sabido combinar tradición e innovación en su sector vitivinícola. El país busca consolidar su posición en los mercados internacionales y promover el turismo del vino como motor económico. Las autoridades esperan que el congreso impulse nuevas colaboraciones entre profesionales del sector y ayude a difundir la imagen de Moldavia como destino vinícola.

El evento se celebrará en un momento en el que la industria afronta cambios importantes relacionados con el cambio climático, las tendencias de consumo y la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles. Los organizadores confían en que el intercambio de ideas durante el congreso contribuya a encontrar soluciones comunes para estos problemas.

La celebración del 46º Congreso Mundial de la Viña y el Vino en Chișinău supone un reconocimiento al trabajo realizado por Moldavia en los últimos años. El país quiere mostrar al mundo su patrimonio vinícola, su capacidad para innovar y su hospitalidad hacia quienes llegan para conocerlo mejor.

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