Jueves 11 de Junio de 2020
Hoy en día, podemos decir que el vermut es, indiscutiblemente, una de las bebidas más de moda presente en cualquier aperitivo o comida de amigos y familiares, aunque la situación vivida en los últimos meses haya cambiado por completo la forma de disfrutarlo.
Hans y José Manuel, fundadores y propietarios de La Hora del Vermut de Madrid, son dos de los miles de empresarios que, el pasado 13 de marzo, tuvieron que echar el cierre a sus locales ante la repentina y masiva llegada del Covid 19 a nuestro país. Tres meses después, y en plena desescalada, este templo del Vermut, con local en la c/ Fernán González y un puesto en el emblemático Mercado de San Miguel, permanecen cerrados.
Hace ya diez años desde que estos dos empresarios apostaron por esta arriesgada aventura en la que el gin-tonic, los vinos y las cervezas reinaban por encima de cualquier vermut. Con más de ochenta referencias, pasando por Platea y un primer puesto en el Mercado de San Miguel tiempo después, abrirían su primero local a pie de calle, siempre, con el mismo objetivo: convertir sus sueños en su forma de vida, aportando pasión y esfuerzos ya que, consideran que, para conseguirlo, solo hay que creer en los sueños sin darse por vencidos.
José Manuel Santander Yagüe, jurista, y Hans-Peter Redhammer, licenciado en empresariales, dejaron sus trabajos para perseguir su sueño: "De todos nuestros viajes personales volvíamos con ideas de negocio, y buscando ubicación para la última de aquellas excentricidades. Así, llegamos al Mercado de San Miguel, más por nuestro currículum como gestores que por nuestra experiencia como comerciantes, proyecto del que nos enamoramos a primera vista y que ha colmado con creces todas nuestras expectativas. Llegaron nuevas propuestas, que con mayor o menor fortuna terminamos rechazando, hasta que de nuevo el corazón nos embaucó con Platea."
Durante todo ese tiempo, consiguieron devolver al vermut el protagonismo que había tenido a lo largo de su historia e introducirlo como aperitivo entre todos los públicos a cualquier hora del día.
Ante la nueva normalidad que se nos presenta, también es importante seguir luchando por devolver la normalidad a nuestra rutina y mantener las buenas costumbres, como es la de tomar un buen vermut.
Reunirse para tomar un vermut en la barra de un bar, compartir unas guildas o encurtidos y disfrutar del barullo de la gente y el buen ambiente que provoca este momento es, por ahora, impensable en Madrid. La gente necesita volver a esa normalidad, sociabilizarse, compartir recuerdos y momentos, sabores y, por supuesto, experiencias con sus seres queridos.
Pero ¿cómo será esta nueva Hora del Vermut? Si queréis saber cómo será el Vermut que viene y conocer más de fondo la situación de estos dos empresarios, estarán dispuestos a responder vuestras preguntas por email o por teléfono. Solo tienes que ponerte en contacto con nosotros.