Pontevedra
Jueves 29 de Marzo de 2012
El viticultor descubrió a través de información facilitada por el Consejo Regulador que la bodega utilizaba sus datos fiscales para comprar más uva de la permitida.
El organismo regulador informó al viticultor en un comunicado interno que en el año 2010 había vendido a la bodega 16.957 kilos de uva albariño, cantidad que no se correspondía con los 5.550 kilos reales y que figuraban en la factura que le había entregado a la bodega. Además, el bodeguero denunciado incurrió en el delito desde el año 2004, según formula la denuncia y se desprende del histórico de uva facilitado por el Consejo Regulador, alcanzando un valor de mercado superior a 40.000 euros.
Por este motivo el viticultor ha presentado la correspondiente denuncia ante la Fiscalía, en la que acusa al bodeguero de uso ilícito de denominación de origen, falsificación de certificación de origen, infidelidad empresarial delictiva e infracción de las leyes vigentes que regulan la denominación Rías Baixas.
Todos los viticultores adscritos al sello tienen una tarjeta electrónica en la que figuran sus plantaciones y la cantidad de uva que pueden recoger.
Esta se entrega a los técnicos que vigilan la vendimia en las distintas bodegas para que quede constancia de la cantidad de uva que han entregado.
Y aunque se supone que este documento es personal e intransferible, la confianza y práctica habitual provoca que las tarjetas estén siempre en las bodegas, para que la operación sea más cómoda.