La gastronomía y el vino se consolidan como pilares del turismo de lujo y motor económico en hoteles

El interés por la cocina local y la sostenibilidad impulsa nuevas formas de viajar y redefine la excelencia en el sector hotelero

Jueves 02 de Octubre de 2025

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Gastronomy Emerges as a Core Driver in Luxury Hospitality Growth

La gastronomía y el vino se han convertido en elementos clave para el sector hotelero de alta gama. Según datos recientes, la importancia de la cocina y los productos locales va más allá de ser un simple complemento en la oferta de los hoteles y restaurantes. Ahora, influyen directamente en las decisiones de los viajeros, en los ingresos de las empresas y en la manera en que se diseñan las estrategias comerciales.

El turismo relacionado con la gastronomía y el vino muestra un crecimiento constante. Las personas buscan experiencias que les permitan conocer la cultura local a través de la comida y la bebida. Este fenómeno afecta tanto a grandes cadenas como a pequeños establecimientos independientes.

Un ejemplo claro es el caso de Relais & Châteaux, una asociación internacional que agrupa a más de 580 hoteles y restaurantes independientes en todo el mundo. Según los datos facilitados por la organización, durante 2024 su facturación total alcanzó los 3.200 millones de euros, lo que supone un aumento del 8% respecto al año anterior. Dentro de este volumen, el área de alimentos y bebidas representó el 42,1%, una cifra muy cercana al porcentaje correspondiente al alojamiento, que fue del 49%. Estos datos muestran que la gastronomía ya no es solo un valor añadido, sino uno de los pilares fundamentales del modelo de negocio en este tipo de establecimientos.

Además, se observa una relación directa entre gastronomía, cultura local y sostenibilidad. Relais & Châteaux ha publicado su informe de sostenibilidad correspondiente a 2022-23, donde informa sobre avances en varios aspectos relacionados con la cocina sostenible. Entre ellos figuran el uso de productos locales, el apoyo a la biodiversidad, la reducción del uso de plásticos desechables y el control del consumo energético y del agua.

El interés por conocer la gastronomía local impulsa también nuevas formas de viajar. El enoturismo gana peso como opción preferida para quienes desean descubrir regiones vinícolas y probar productos autóctonos. Esta tendencia beneficia tanto a las zonas rurales como a las ciudades con tradición culinaria.

Las empresas del sector hotelero adaptan sus servicios para responder a esta demanda. Invierten en formación para su personal, mejoran sus cartas y colaboran con productores locales. El objetivo es ofrecer una experiencia auténtica que combine calidad gastronómica y respeto por el entorno.

La apuesta por la sostenibilidad se refleja también en iniciativas para reducir residuos y promover prácticas responsables. Los hoteles y restaurantes buscan proveedores que compartan estos valores y trabajan para minimizar su impacto ambiental.

El turismo gastronómico y el enoturismo se consolidan así como motores económicos para muchas regiones. Atraen visitantes interesados en conocer tradiciones culinarias, participar en catas o visitar bodegas. Esto genera empleo y contribuye al desarrollo local.

La relación entre gastronomía, vino y hospitalidad redefine el concepto de excelencia en el sector turístico. La calidad ya no se mide solo por las instalaciones o el servicio, sino también por la capacidad de ofrecer experiencias únicas ligadas al territorio y al respeto por el medio ambiente.

Los datos muestran que esta tendencia seguirá creciendo en los próximos años. Las empresas que sepan adaptarse a estas nuevas demandas podrán mejorar su posición en un mercado cada vez más exigente. La gastronomía deja así de ser un elemento secundario para convertirse en uno de los principales atractivos del turismo actual.

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