Jueves 04 de Septiembre de 2025
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El consumo de bebidas alcohólicas entre la Generación Z está cambiando y las empresas del sector buscan adaptarse a sus nuevas preferencias. Según el último informe Bevtrac de IWSR, la participación de los jóvenes en edad legal para beber ha subido del 66% en marzo de 2023 al 73% en marzo de 2025. Aunque esta cifra sigue por debajo del 78% registrado entre los adultos en general, la diferencia se está reduciendo.
WGSN, una consultora internacional especializada en previsión de tendencias de consumo, adquirió IWSR el pasado mes de mayo y ha analizado estos cambios. Jennifer Creevy, directora del área de Alimentación y Bebidas en WGSN, explica que la Generación Z no rechaza el alcohol, pero sí busca consumirlo de forma diferente a generaciones anteriores. El estudio identifica tres factores principales que marcan la relación de estos jóvenes con las bebidas alcohólicas: comunidad, flexibilidad y descubrimiento.
La comunidad es un elemento central para la Generación Z. Los lugares donde consumen alcohol dependen mucho del grupo con el que quieren compartir ese momento. Se observa una tendencia a buscar espacios alternativos a los bares y restaurantes tradicionales. Por ejemplo, se organizan fiestas en casa con barras personalizadas, reuniones nocturnas o incluso diurnas en tiendas vintage o peluquerías locales, así como encuentros sociales en lugares habituales pero centrados en intereses comunes como aprender idiomas o jugar a juegos de mesa clásicos. Creevy señala que crear nuevas ocasiones basadas en la comunidad resulta fundamental para conectar con este público.
La flexibilidad es otro aspecto importante. Los jóvenes quieren poder elegir entre diferentes opciones según el momento: pueden tomar una bebida con alta graduación alcohólica en una ocasión, optar por una versión baja en alcohol en otra, o incluso preferir bebidas sin alcohol durante la misma salida. Esta demanda impulsa tendencias como los mini cócteles, que permiten probar varias bebidas o disfrutar de una sola durante la comida, y los packs de cerveza con diferentes graduaciones dentro del mismo paquete. Además, la aparición de bebidas con graduación media facilita moderar el consumo o probar más categorías durante un mismo evento. Según datos recogidos por WGSN a través de su herramienta Signal Map, las conversaciones sobre flexibilidad y control han aumentado un 6% entre octubre de 2024 y mayo de 2025.
El descubrimiento también juega un papel relevante para la Generación Z. Buscan nuevas experiencias a través de sabores originales, texturas distintas e influencias internacionales. Les atraen las fusiones inesperadas y las propuestas lúdicas que no se toman demasiado en serio. Entre las sugerencias para responder a esta demanda figuran introducir sabores inspirados en países con culturas pop influyentes como China, Corea o México; combinaciones poco habituales como vinos pensados para acompañar helados; y creaciones humorísticas basadas en platos populares como pizza o ensalada tailandesa. El sistema Early Signal Score de WGSN indica que las bebidas desenfadadas tienen buena acogida entre los innovadores del sector, lo que abre posibilidades para nuevos desarrollos.
Otra tendencia identificada es el regreso a la nostalgia. Se están creando bebidas que evocan recuerdos infantiles o sabores asociados a la familia, como cócteles inspirados en cereales del desayuno o caramelos tradicionales.
Tanto los datos cuantitativos de IWSR como los análisis cualitativos y cuantitativos de WGSN coinciden: la Generación Z muestra cada vez más interés por las bebidas alcohólicas, pero quiere hacerlo bajo sus propias condiciones. Las marcas que deseen conectar con este grupo deben buscar fórmulas creativas que respondan a sus necesidades de comunidad, flexibilidad y descubrimiento.
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