La japonesa Tsutsumi Asakichi Urushi gana el Premio PFV 2025 por su labor artesanal con laca tradicional

La empresa japonesa Tsutsumi Asakichi Urushi ha recibido el Premio PFV 2025, otorgado por la asociación Primum Familiae Vini (PFV), que agrupa a doce familias productoras de vino con larga trayectoria en Europa. El galardón, dotado con 100.000 euros, reconoce a empresas familiares independientes que mantienen un alto nivel de artesanía, compromiso con la sostenibilidad y continuidad generacional.

La ceremonia de entrega tuvo lugar el 10 de abril en Japón, en el taller de la familia Tsutsumi y en un templo cercano. Los miembros de PFV viajaron hasta allí para entregar personalmente el premio y conocer de cerca el trabajo de esta empresa fundada en 1909. La firma se dedica al refinado de laca japonesa natural, conocida como urushi, una técnica tradicional que ha sido transmitida durante cuatro generaciones.

En los últimos cuarenta años, la demanda de laca japonesa ha caído un 90%. A pesar de ello, la familia Tsutsumi ha mantenido su actividad y ha desarrollado nuevas fórmulas resistentes a los rayos ultravioleta. Su producción se utiliza actualmente en la restauración de bienes culturales importantes, como el Santuario Nikko Toshogu, considerado uno de los principales tesoros nacionales del país.

El presidente de PFV, Charles Symington, explicó que la elección del ganador no fue sencilla debido al alto nivel de las candidaturas. Sin embargo, subrayó que Tsutsumi Asakichi Urushi representa con claridad los valores que defiende la asociación: respeto por la tradición, innovación responsable y transmisión del conocimiento entre generaciones.

El director actual de la empresa japonesa, miembro de la cuarta generación familiar, agradeció el reconocimiento y afirmó que este premio refuerza su compromiso con el oficio y con las futuras generaciones que continuarán con esta labor artesanal.

El Premio PFV se entrega cada dos años desde 2020. En ediciones anteriores lo recibieron Maison Bernard, un taller belga especializado en violines fundado en el siglo XIX, y Brun de Vian-Tiran, una manufactura textil francesa con más de dos siglos de historia. Con este galardón, PFV busca poner en valor a empresas familiares que han sabido mantener su identidad mientras se adaptan a los cambios del mercado.

Primum Familiae Vini fue creada hace más de tres décadas por algunas de las familias más conocidas del mundo del vino. Entre sus miembros figuran bodegas como Marchesi Antinori (Italia), Baron Philippe de Rothschild (Francia), Familia Torres (España) o Symington Family Estates (Portugal). Aunque su actividad principal está centrada en el vino, sus integrantes comparten una visión común sobre la importancia del legado familiar y la excelencia artesanal.

Con este premio bienal, PFV quiere apoyar a otras empresas familiares fuera del sector vitivinícola que comparten esa misma filosofía. La elección de Tsutsumi Asakichi Urushi como ganadora en 2025 refuerza ese objetivo y muestra cómo oficios tradicionales pueden seguir teniendo un papel relevante si se combinan con innovación y compromiso cultural.