Martes 17 de Septiembre de 2024
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La semana pasada, tres bodegas de Napa interpusieron una demanda conjunta contra el condado de Napa en un tribunal federal, alegando que las autoridades locales violaron sistemáticamente sus derechos constitucionales. Las bodegas Summit Lake Vineyards, Smith-Madrone Vineyards & Winery y Hoopes Vineyard presentaron la queja en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte de California, en San Francisco.
Este es el último acontecimiento en una disputa en crecimiento entre los productores de vino y el condado. Desde hace años, los viticultores han señalado una intervención gubernamental excesiva, regulaciones confusas y una aplicación incoherente de las normas. En los últimos años, varias partes han presentado demandas relacionadas con permisos de uso y derechos de agua. Esta batalla legal refleja una creciente tensión entre los pequeños productores de vino de Napa y el gobierno local.
Napa recibe anualmente a cuatro millones de turistas, muchos de los cuales visitan bodegas pequeñas. En 2015, el 68 por ciento de las bodegas en Napa producían menos de 20,000 cajas al año. Existe una preocupación creciente de que el condado no esté brindando suficiente apoyo a uno de sus mayores motores económicos, especialmente en lo que respecta a las pequeñas bodegas. Varios propietarios han expresado sus quejas sobre las dificultades para obtener aprobaciones para nuevas construcciones y las costosas exigencias relacionadas con el tratamiento de aguas residuales. Además, una investigación federal en curso está examinando posibles casos de corrupción en el proceso de otorgamiento de permisos, con el FBI solicitando registros de varias bodegas.
En su denuncia, las tres bodegas sostienen que el condado de Napa regula las bodegas con base en un conjunto cambiante de "políticas" y procedimientos no documentados. Argumentan que las pocas ordenanzas escritas son tan vagas que las bodegas no pueden entender qué está permitido, lo que otorga a los funcionarios del condado la discreción de restringir sus operaciones a su conveniencia.
Summit Lake Vineyards, ubicada en Howell Mountain, solicitó en 2019 un aumento en su producción. Las autoridades locales respondieron que, para aprobar la solicitud, los propietarios debían pavimentar un camino de grava a un costo elevado y les informaron que las degustaciones que estaban realizando eran ilegales. Lindsay Hoopes, propietaria de Hoopes Vineyard, señaló en un comunicado que solo mediante los tribunales federales pueden defender sus derechos constitucionales y asegurar una regulación justa.
Hace cinco años, el condado presentó una demanda estatal contra Hoopes por presuntamente violar normas al organizar degustaciones y clases de yoga. Hoopes argumenta que su bodega tiene una exención que le permite hacer degustaciones, pero el condado afirma que no es válida. En agosto, Hoopes solicitó desestimar el caso tras encontrar nuevas pruebas que, según ella, muestran que el condado cambió en secreto los derechos de propiedad de su bodega y de más de 20 bodegas.
Los propietarios de Smith-Madrone y Summit Lake también cuentan con exenciones otorgadas cuando se aprobó la Ordenanza de Definición de Bodegas en Napa en 1990, la cual, según ellos, siempre les permitió ofrecer degustaciones. Sin embargo, en los últimos años se les ha informado que esto ya no es así. Stu Smith, propietario de Smith-Madrone, ha realizado degustaciones desde que obtuvo su permiso en la década de 1970, pero recientemente el condado le notificó que su permiso había sido modificado para permitir cero visitantes al día, o diez a la semana.
Las bodegas argumentan en su demanda que la Primera Enmienda y la ley de California protegen su derecho a recibir visitantes en sus salas de degustación y ofrecer muestras de vino. También sostienen que el condado infringe sus derechos al exigir aprobaciones previas para la organización de eventos, regulando estos según el mensaje que se transmite en ellos.
Smith y Heather Brakesman-Griffin de Summit Lake Vineyard destacaron en un comunicado conjunto la necesidad de encontrar justicia y profesionalismo en la manera en que las bodegas son reguladas. Señalaron, entre otros temas, la manipulación injusta de la base de datos de bodegas y los cambios constantes en las interpretaciones de los estándares viales como ejemplos de la falta de coherencia por parte de las autoridades.
Por su parte, los funcionarios del condado de Napa indicaron que no podían hacer comentarios hasta haber revisado la denuncia.
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