DEMUERTE inicia la vendimia con una cosecha de calidad excepcional

Esta semana, en los viñedos de los vinos DEMUERTE, ubicados en la región de Yecla, Murcia, han comenzado las labores de vendimia, marcando el inicio de una temporada que se perfila como una de las mejores en años recientes. Las condiciones climáticas de este año han sido extraordinarias, lo que ha resultado en una cosecha de uvas de calidad superior, según los expertos de la bodega.

El proceso de vendimia ha arrancado esta semana con la recolección de las variedades blancas, específicamente el Sauvignon Blanc y el Verdejo, que son esenciales para la elaboración del prestigioso DEMUERTE WHITE. Estas uvas, que ya muestran una maduración óptima, serán transformadas en un vino que se espera sea elegante, fresco y con una marcada expresión de terroir.

Pero lo mejor está por venir. En las próximas semanas, cuando las uvas tintas alcancen su punto álgido de maduración, se iniciará la cosecha de la Monastrell, la cepa emblemática de la región y la auténtica joya de los DEMUERTE. Pablo Cortés, enólogo y director de la marca, ha expresado su entusiasmo por la calidad de la uva este año, destacando que las condiciones climáticas han permitido una concentración extraordinaria de taninos maduros, lo que dará lugar a vinos con una estructura impresionante y una gran longevidad.

"La combinación de sequía y escasez de agua ha sido un desafío, pero también una bendición. Las viñas han tenido un rendimiento menor, pero esto ha resultado en una mayor concentración de azúcares y polifenoles, lo que se traduce en vinos de gran intensidad y complejidad", comenta Cortés, quien junto con el enólogo Agustín Carrión, supervisa cada detalle del proceso en las Bodegas de Barahonda.

La región de Yecla, que ha sido testigo de una creciente reputación en la escena vinícola internacional, se encuentra en un momento de gran expectativa. En cada rincón de la comarca se respira vino, y la vendimia se vive como una celebración comunitaria, donde cada racimo cosechado es un paso hacia la creación de vinos que son esperados con ansias por consumidores y críticos de todo el mundo.

Los vinos DEMUERTE han forjado su reputación a lo largo de los años como vinos que combinan elegancia con una alta concentración de frutas y aromas. Son frescos, vibrantes y accesibles para todo tipo de consumidores, desde los aficionados hasta los más exigentes conocedores. Este año, la bodega promete superar las expectativas con vinos que no solo reflejan el carácter único de la región, sino también la maestría de su elaboración.

Los amantes de los vinos DEMUERTE pueden esperar vinos excepcionales, cargados de personalidad, que capturan la esencia del terroir y el esfuerzo de quienes dedican su vida a la viticultura.