La producción mundial de vino cae a su nivel más bajo en 60 años

El cambio climático golpea al sector vinícola: eventos extremos reducen la producción en todo el mundo

Viernes 26 de Abril de 2024

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El mundo del vino ha experimentado en 2023 uno de sus años más desafiantes, reflejando una drástica caída en la producción global que desciende hasta los 237 millones de hectolitros, un 9.6% menos respecto al año anterior, según revela el último informe del Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) relativo al año 2023, que fue presentado en Dijon (Francia) por John Barker, el Director General del organismo, este jueves, 25 de abril. Esta significativa reducción es una de las mayores caídas en la historia reciente, llevando los volúmenes de producción a su nivel más bajo desde 1961, cuando se registraron 214 millones de hectolitros.

La situación en Europa, particularmente en la Unión Europea, es crítica. La producción estimada de 144.5 millones de hectolitros en 2023 muestra una disminución del 10.6% en comparación con 2022, siendo este el segundo volumen más bajo desde que comenzó el siglo, solo superado por la producción de 2017. En el detalle por países, Francia, liderando la producción mundial de vino este año con 48 millones de hectolitros, ve una mejora del 4.4% en comparación con 2022. Sin embargo, Italia, con una caída del 23.2% y un total de 38.3 millones de hectolitros, marca su producción más baja desde 1950 debido a las lluvias intensas que propiciaron el desarrollo del mildiú velloso. España, por su parte, alcanzó su producción más baja desde 1995 con 28.3 millones de hectolitros, un 20.8% menos que el año pasado.

En el resto de Europa, países como Alemania, Hungría, Austria y Grecia registraron volúmenes de producción menores a la media, afectados por diversos desafíos climáticos como lluvias fuertes, enfermedades fúngicas y estrés hídrico por sequías. En contraste, Portugal y Rumanía mostraron incrementos notables en su producción respecto al año anterior.

Fuera de la UE, Rusia y Moldavia experimentaron situaciones contrastantes, con Rusia manteniendo un nivel de producción en línea con su promedio de los últimos cinco años pero un 10% inferior al de 2022, y Moldavia alcanzando un incremento del 27% respecto al año anterior. En Asia, China registró una disminución drástica del 33% en su producción.

En Estados Unidos, la producción estimada de 24.3 millones de hectolitros en 2023, aunque es un 8.5% superior a 2022, está alineada con el promedio de los últimos cinco años, favorecida por temperaturas frescas y lluvias intensas en invierno en las regiones de Napa y Sonoma.

En cuanto al hemisferio sur, después de dos años de grandes volúmenes de producción, 2021 y 2022, este año ha visto una reducción notable. Con 47 millones de hectolitros, la producción ha caído un 15.4% respecto a 2022, marcando el nivel más bajo desde 2003 debido a eventos climáticos extremos. Países como Chile, Argentina y Sudáfrica han registrado caídas significativas en su producción debido a incendios, sequías, heladas y enfermedades fúngicas. Brasil, en cambio, muestra un crecimiento en su producción, destacando un incremento del 12.1% respecto al año anterior.

Australia y Nueva Zelanda, en Oceanía, también enfrentaron desafíos climáticos severos. Australia vio una disminución del 26.2% en su producción debido a lluvias persistentes y temperaturas inusualmente frías, mientras que Nueva Zelanda, aunque registró una disminución del 5.8% respecto a 2022, muestra cierta resiliencia con un crecimiento respecto a su promedio de los últimos cinco años.

Este panorama global del sector vinícola en 2023 no solo subraya la vulnerabilidad de la industria frente a eventos climáticos extremos, sino también la capacidad de adaptación y la resiliencia de ciertas regiones, pese a las adversidades. Los efectos del cambio climático son palpables y la necesidad de estrategias sostenibles y adaptativas en la viticultura se hace cada vez más evidente.

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