El impacto del vino en nuestra cintura

El vino y su influencia en la dieta: Calorías y composición

Vilma Delgado

Jueves 14 de Septiembre de 2023

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El vino es una bebida que se ha consumido durante milenios y que ha formado parte integral de muchas culturas. Pero como con cualquier otro alimento o bebida, la pregunta sobre sus implicaciones nutricionales y su relación con el peso sigue siendo relevante, y cada vez más consumidores desean estar informados sobre lo que consumen. Como ejemplo el caso europeo, y es que a partir de diciembre de 2023 la nueva ley de la UE obliga a que cualquier vino que se venda en Europa, proceda del país que proceda, deberá incluir las calorías que contiene, la lista de ingredientes (como agua, alcohol, sulfitos, pectinas, aromas...) y la información nutricional (como hidratos de carbono, de los cuáles azúcar, vitaminas, sales minerales...)

Aunque es duro aceptarlo, el vino contiene calorías. Pero, ¿cuál es realmente su efecto en nuestro perfil calórico? Y más aún, ¿podría el vino ayudarnos a perder peso? Las respuestas a estas preguntas varían según a quién se le pregunte, pero ¿a quién creer? Vamos por partes.

Calorías y composición del vino

En primer lugar, hablemos de cifras. Una copa de vino seco (el que toma la mayoría) de aproximadamente 150 ml suele tener entre 120 y 140 calorías. El contenido calórico está estrechamente relacionado con el nivel de alcohol: a menor contenido alcohólico, menos calorías. Un vino seco contiene alrededor de 3 a 4 gramos de carbohidratos, de los cuales menos de 2 gramos son azúcares. Es importante destacar que en los vinos, el azúcar no es añadido en su mayoría, sino que es de origen natural procedente de las uvas, al igual que el azúcar que encontramos en frutas y algunos vegetales. Sin embargo, en los vinos dulces, como el Oporto, Jerez o el Sauternes, la cantidad de azúcar puede superar los 10 gramos por litro, llegando en ocasiones a más de 30 gramos.

Metabolismo y consumo de vino

No podemos hablar del vino sin mencionar su efecto en el metabolismo. El alcohol puede alterar cómo nuestro cuerpo procesa las grasas. Pero esto no significa que el vino arruine automáticamente cualquier dieta. Los nutricionistas sostienen que son otros alimentos los que se convierten en grasa cuando se consume demasiado alcohol. Al optar por acompañar el alcohol con opciones bajas en carbohidratos, como vegetales y proteínas, se reduce el riesgo de ganar peso. Cabe resaltar que el vino no contiene grasas ni colesterol y tiene un contenido prácticamente nulo de sodio. Además, está demostrado que es compatible con dietas orientadas a la salud, como la dieta mediterránea.

Beber vino con las comidas puede mejorar la nutrición. Los alimentos ralentizan la absorción del alcohol en el cuerpo, lo que ayuda a mantener el metabolismo y evita el almacenamiento excesivo de grasas. Incluso se sugiere que el vino podría ayudar en la digestión. Un estudio publicado en la revista "Obesity Science and Practice" mostró una relación entre el consumo moderado de vino tinto y niveles más bajos de grasa visceral, difícil de eliminar. La investigadora principal, Brittany Larsen, notó que el vino "parece ayudar a controlar el apetito".

Otra investigación de 2020 en el "International Journal of Environmental Research and Public Health Plus" encontró que los consumidores moderados de alcohol en realidad tienen un índice de masa corporal (IMC) más bajo que aquellos que no consumen alcohol. Sin embargo, cabe la posibilidad de que los consumidores de vino también sean más propensos a llevar estilos de vida saludables y a hacer ejercicio regularmente, según el mismo estudio.

Lejos de ser solo una fuente de calorías vacías, procedentes del alcohol, el vino tiene más que ofrecer. Rosa Lamuela-Raventós, profesora asociada de nutrición y ciencia de los alimentos en la Universidad de Barcelona, indicó en 2021 que el vino es una fuente importante de potasio y minerales, y que sus polifenoles podrían favorecer la quema de calorías.

La clave está en la dosis

Al final como la mayor parte de lo que consumimos, todo va en la dosis: el agua es totalmente saludable, pero si consumes mucha te mueres (como le ocurrió a Bruce Lee), el café solo y sin azúcar tiene efectos beneficiosos en el metabolismo, pero mejor no tomes un litro al día (o no lo contarás), el aceite de oliva virgen extra es oro líquido para la salud, pero su abuso provoca obesidad y enfermedades asociadas, muchos químicos son venenos para el organismo, pero tomados en la dosis correcta se convierten en medicamentos que se venden en farmacias y curan.  En última instancia, el antiguo adagio es válido para el vino: la dosis y la moderación es es fundamental.

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