Andreas Kubach, MW: “España necesita elaborar vinos con más personalidad”

Más de 20 años dirigiendo bodegas y elaborando vinos en España, el trabajo de Andreas Kubach le ha permitido alcanzar...

Carmen Fernández

Martes 03 de Mayo de 2022

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Andreas Kubach

Más de 20 años dirigiendo bodegas y elaborando vinos en España, el trabajo de Andreas Kubach le ha permitido alcanzar una profunda comprensión del negocio internacional del vino, al haber ocupado diferentes puestos de responsabilidad en el sector, desde la producción, a la calidad o el marketing.

Tras pasar por Marqués de Griñón, Bodegas Murviedro y el grupo suizo Schenk y gozar desde el 2017 del reconocimiento de Master of Wine, Andreas Kubach ha unido su trayectoria a la de Península Vinicultores cuyos principios de trabajo se basan, entre otros aspectos, en la autenticidad y la sostenibilidad.

Con él hablamos de su filosofía de trabajo, de elaboración sensible y de la necesidad de apostar por la calidad del producto, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, elaborando vinos que sean comprensibles tanto para el consumidor final que busca disfrutar de los vinos de una manera sana y diversa como para aquellos mercados donde España puede situarse como referencia de elaboraciones de más interés que nos conviertan en el origen de grandes vinos capaces de trasladar la personalidad de los diferentes territorios a la copa.

¿Qué es la enología sensible? Y cómo define ese principio de trabajo que aplican?

La elaboración sensible es un principio creado inicialmente por mi socio Sam Harrop MW y que desde entonces seguimos desarrollando en Península Vinicultores. Se basa en la convicción de que los grandes vinos se crean en la intersección de intuición y ciencia, cuando se entrelazan naturaleza y trabajo humano. Analizamos cada decisión, desde la viña hasta la copa, con sumo cuidado, para intervenir en el proceso tan poco como sea posible, pero tanto como sea necesario para preservar la autenticidad y la personalidad de los vinos. Creemos que se hacen demasiados vinos aburridos y formulaicos, con un exceso de intervención en la bodega. Pero en igual medida muchos vinos de "baja intervención" son vulgares e intercambiables, sin ninguna tipicidad ni expresión de terroir. Elaboración sensible significa seguir una filosofía de trabajo meditada, multidisciplinaria, holística y nada dogmática para tratar de expresar el origen de los vinos, no su método de elaboración.

Estilo de elaboración frente a origen, ¿qué pesa más ahora en el mundo de la elaboración del vino? ¿Y en el consumidor final?

Pienso que depende del tipo de vino y del segmento de mercado. Es lógico que vinos más económicos muestren menos origen y más carácter varietal o de elaboración. Pero también hay vinos de estilo cuya personalidad emana fundamentalmente de un proceso de elaboración artesanal, que sin duda están entre los grandes del mundo. Los clásicos Reservas y Grandes Reservas de Rioja son un ejemplo. Muchos de los vinos que agrupamos bajo el término "naturales", también suelen estar más marcados por el proceso que por su terroir, al centrarse sus elaboradores más en la ideología que en reflejar un origen. Personalmente, los vinos que más me emocionan son los que de verdad logran reflejar un territorio, un ecosistema, aunque obviamente será siempre el trabajo de las personas que lo hacen visible. No creo que sea necesario que el consumidor medio se preocupe mucho por estas distinciones, basta con que disfrute del vino de forma sana y diversa. Pero si nos dirigimos a grandes aficionados y queremos comercializar vinos de más interés y convertir nuestro país en el origen de grandes vinos que debe ser, sí que tenemos que ser capaces de trasladar la personalidad de nuestros territorios a la copa y de transmitirlo.

La DOC Rioja ha incorporado el indicativo de vino de zona, de municipio y viñedo singular, ¿satisface eso las necesidades de las bodegas del territorio?

Se trata de crear una clasificación adicional paralela - ni mejor ni peor - encaminada a poder clasificar los vinos también por el origen preciso de las uvas.  En este sentido, los pasos dados han sido importantes y muy necesarios. Ahora se trata de evolucionar las normativas para eliminar algunas deficiencias en su ejecución que actualmente limitan la relevancia y credibilidad de los nuevos indicativos. Me parece normal que este proceso lleve su tiempo, pero estoy seguro de que llegaremos a tener una normativa que permita articular la gran diversidad que tenemos, competir con otros grandes orígenes del mundo y así asegurar el éxito a largo plazo de la D.O.Ca. Rioja.

La acreditación de la procedencia y la singularidad es cada vez un valor más apreciado, incluso en denominaciones con renombre, como la DOca Rioja, ¿el modelo de elaboración frente al origen seguirá conviviendo o le ganará uno la partida al otro?

No son modelos enfrentados, pueden y deben coexistir en paralelo. Sería un error que la comunicación y promoción de Rioja buscase transmitir una imagen simplista y monolítica de un origen cuya grandeza está justamente en su diversidad. Creo que hoy en día esto ya lo tenemos claro casi todos que formamos parte de la denominación. Creo además que ya no hay debate posible, los mercados ya han "decidido" que aceptan y quieren esta diversidad, como demuestra la coexistencia pacífica y éxito simultáneo de tantos vinos diferentes en las mejores cartas y tiendas de vino del mundo. No competimos entre bodegas de Rioja, competimos con otros vinos de todo el globo, nuestro objetivo tiene que ser aumentar nuestra bajísima participación en los segmentos de vino de más alta gama.

¿Cuál considera que es la imagen del vino español fuera de nuestras fronteras? ¿Debemos apostar por seguir subiendo el valor de nuestro producto en el mercado internacional?

Ha mejorado y sigue mejorando mucho, pero es verdad que aún pesa la imagen del productor fiable de vinos económicos. El incremento de valor y de precio medio es sin ninguna duda nuestro mayor reto. Y en mi opinión esto no lo conseguiremos hasta que dejemos de ser complacientes con nuestras calidades y dejemos de estar convencidos de que el problema está solamente en que "nos vendemos mal". Necesitamos enfocarnos más en el producto y menos en la comunicación – o como mínimo en ambas cosas por igual. Necesitamos una comprensión más profunda de lo que significa calidad para los mercados internacionales y elaborar vinos con más personalidad y una identidad nítida, reconocible en la copa y comprensible por el público internacional.

Usted siempre ha reivindicado el patrimonio vitivinícola que atesoran territorios como la Rioja Alavesa, ¿que tiene este territorio para que apueste por él para crear una nueva generación de vinos centrados en el origen?

Se pueden hacer grandes vinos centrados en el origen en todos los territorios de Rioja, pero los viñedos al norte del río Ebro y en las faldas de la Sierra Cantabria - Rioja Alavesa y Sonsierra - reúnen unas condiciones excepcionales para lo que nosotros queremos hacer: vinos frescos, elegantes, profundos, longevos y expresivos de su origen preciso. Nos benefician la altitud, los suelos predominantemente calizos y el patrimonio de viejos viñedos parcelarios, con su enorme diversidad varietal y genética. Y también el know-how acumulado por generaciones de viticultores con gran apego al territorio y la voluntad sincera de contribuir a la sostenibilidad del paisaje y la viticultura tradicional.

¿Cuáles considera que serán las tendencias de consumo que veremos en este año y los próximos? ¿La pandemia nos ha cambiado?

Pienso que no estamos viendo tantos cambios como quizás se esperaba como consecuencia de la pandemia, al menos en lo que se refiere a las tendencias de consumo y a la esperada sofisticación y modernización de la distribución de vino en España. Pero algunas tendencias sí son claras, con un horizonte más largo: vinos más frescos y elegantes, concebidos más para ser bebidos y disfrutados que catados, atención a la sostenibilidad, tanto social como medioambiental, tendencia hacia vinos más auténticos y representativos de su origen. Quizás una cierta polarización entre vinos de consumo bien hechos pero sin aspiraciones a ser más que una bebida y un producto de marca por un lado, y vinos más ambiciosos con una marcada componente cultural y de autenticidad por otro.

Carmen Fernández
Licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo
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