Manuel Rivera
Viernes 28 de Enero de 2022
Leído › 18979 veces

Los mejillones al vino blanco son una opción económica, sencilla, fácil y sana. Los mejillones aportan proteínas de calidad y pocas calorías, además de minerales y vitaminas del grupo B. Para elaborar este plato de mejillones al vapor con vino blanco es imprescindible contar con ingredientes de primera calidad. Os proponemos un viaje gastronómico a Galicia con esta receta paso a paso de cazuela de mejillones.
Para preparar estos mejillones con cebolla y vino blanco para cuatro personas, necesitarás:
Tiempo total de elaboración
20 minutos
Dificultad
Muy fácil

En esta receta de cazuela de mejillones la elección del vino es fundamental para conseguir un plato espectacular con muy pocos ingredientes. Nosotros te recomendamos preparar los mejillones con un vino gallego.
El albariño es una opción infalible, gracias a su frescor y aromas suaves.
El ribeiro también combina a la perfección con los mejillones y con otros mariscos al vapor.
Si prefieres un toque más intenso, prueba con un vino blanco con barrica. Elige variedades como la cabernet sauvignon, chardonnay o godello.
Si prefieres guiarte por la Denominación de Origen, escoge un Valdeorras o un Bierzo.
Este plato se come directamente con la concha del mejillón, por lo que debes esmerarte en su limpieza. Es la parte de la receta que más tiempo lleva.
Para limpiar bien los mejillones, comienza retirando los que tengan la concha rota o que estén abiertos.
Pon los mejillones en un colador y lava con abundante agua fría.
Retira las barbas del mejillón cortando a ras de la concha con ayuda de unas tijeras. Así evitarás desgarrar la carne del bivalvo.
Con un estropajo de aluminio, frota las conchas para quitar las impurezas.
Hay que escoger un recipiente adecuado para cocinar los mejillones al vapor con vino blanco. Es importante que sea una cazuela o sartén ancha y baja, para colocar los mejillones de forma que no se apelotonen y se abran bien. La cazuela debe tener tapadera.
En la cazuela haremos una cama aromática para los mejillones. Reparte por el fondo la cebolla cortada en rodajas, la hoja de laurel y unos granos de pimienta.
Mete los mejillones y riega con el vino. Es importante no echar demasiado líquido para que se forme el vapor.
Pon el fuego al máximo y tapa. Hay que estar muy atentos para empezar a sacar mejillones en cuanto empiecen a abrirse y no se cocinen de más.
El truco es ir retirando los mejillones que se van abriendo con ayuda de unas pinzas de cocina.
Cuando estén todos los mejillones abiertos, riega con la salsa resultante. Un consejo para que queden perfectos es pasar el caldo de los mejillones por el colador para evitar que se cuele algún resto indeseado.
Este plato de mejillones al vino blanco pide a gritos una buena hogaza de pan para mojar. Prepara esta receta como aperitivo, acompañada de un cava o un vino blanco gallego fresquito y disfruta de la calidad del marisco de nuestra tierra.
Leído › 18979 veces