Cuidados del viñedo en invierno, te los explicamos

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Martes 11 de Enero de 2022

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Uno de nuestros los secretos para conseguir un vino de calidad es conocer los secretos de la viticultura y saber aplicarlos en el momento oportuno. Para ello, es fundamental tener en cuenta el calendario de trabajos en el viñedo, calendario que nos marca los meses de invierno como los meses de reposo. En los meses de diciembre, enero y febrero, durante el reposo de la vid, es cuando la savia desciende al tronco de la cepa: el momento adecuado para realizarse la poda.

El mes de enero, la poda de la viña

Es el mes por excelencia, para realizar los trabajos de poda en nuestros viñedos ubicados en el Parque Regional de la Sierra del Carche en Jumilla. El objetivo de estos trabajos es conseguir racimos de calidad y evitar la implantación y transmisión de enfermedades de la madera. La vid, en estado natural y salvaje, puede alcanzar hasta los 30 metros de altura, lo que origina que solo las yemas localizadas en los extremos prosperen, ya que reciben más savia, mientras que las que quedan más cerca del tronco ni siquiera brotan. Esta circunstancia provoca que en la vid broten numerosos racimos, pero de tamaño muy reducido y con una maduración deficiente.

Acortando las medidas de la vid, lo que se consigue es un mayor reparto de savia por toda la planta, consiguiendo menos racimos, pero más gruesos y de más calidad, como los que se consiguen, año tras año, en Esencia Wines. La poda de la viña es una tarea que se realiza en invierno con el riesgo de lluvias y nieve que ello implica en algunas zonas. Es importante esperar a que el clima sea seco para realizarla, incluso, será necesario retrasar la poda si las condiciones meteorológicas no fueran las apropiadas. Aparte de las precipitaciones, también hay que tener en cuenta la temperatura: si estas bajan de cero, es conveniente esperar, ya que la madera se vuelve demasiado quebradiza. En cualquier caso, lo que sí hay que tener en cuenta antes de acometer esta actividad es que la vid no tenga hojas verdes porque esto implicaría que la planta aún sigue en activo y podríamos dañarla. La planta debe encontrarse en periodo de reposo cuando se realice la poda para conseguir los objetivos deseados. Se poda la viña para regenerarla, aunque eso implique realizar heridas en el tronco. Por eso, es conveniente guardar un cierto grado de higiene a la hora de realizar esta tarea; por ejemplo, podemos desinfectar las herramientas con alcohol o sulfato de cobre, o quemar o triturar la maleza que se vaya eliminando. Podando el viñedo se está eliminando todo aquello que puede dañar la calidad de la uva y, por tanto, no debe estar en contacto con las plantas más tiempo que el estrictamente necesario. Existen varios tipos de poda que vienen dados por el sistema de conducción para las vides. Estos pueden ser en cortina, en espaldera, en pérgola, en vaso alto, en vaso bajo... Siempre se busca optimizar el espacio y la mejor colocación de las vides para recibir la luz del sol, el aire, el agua de las lluvias, ... En función de todos estos aspectos, se determina el sistema de poda. A continuación, te presentamos algunos de ellos.

1.Poda en vaso

Se efectúa en vides que están a ras de suelo o a pequeña altura y, sobre todo en tierras de secano. Se trata de uno de los sistemas más antiguos de poda. Da una buena exposición de las vides a la luz del sol, permitiendo un gran nivel de rendimiento. Se trata de una técnica de bajo coste, al no requerir de ninguna infraestructura y de poco mantenimiento.

2.Poda Guyot

En España, el tipo de poda Guyot recibe el nombre de poda de daga y espada y consiste en dejar crecer un sarmiento largo del que irán creciendo brazos que se colocan sobre un empalizado Este sistema busca el mejor rendimiento de aquellas vides que producen pocas yemas o cuyos racimos son de tamaño pequeño. Este sistema se va formando a lo largo de los años: el primer invierno se deja crecer un único pulgar con dos yemas. El siguiente año, se selecciona el sarmiento más vertical y se seleccionan tres o cuatro yemas, desechando el resto. Por último, el tercer invierno, se deja una vara de fructificación con seis yemas de una altura aproximada de 10 o 12 centímetros por debajo del hilo de la empalizada, y un pulgar de dos yemas de donde se obtiene la vara de fructificación del siguiente año.

3.Poda Royat

La poda Royat también recibe el nombre de poda en cordón. Se trata de un sistema de poda para vides anudadas en espaldera; de esta manera, todos los pulgares están colocados horizontalmente a lo largo de los alambres de sujeción.

4.Poda Sylvoz

La poda Sylvoz, también llamada de pérgola, es similar a la poda en cordón. La diferencia con esta es que los brotes se dejan crecer libremente, sin ataduras, de manera que quedan colgando hacia abajo como si fueran péndulos.

El mes de febrero, el abono y los tratamientos de herbicidas para el viñedo

Dando por hecho que el mes de enero ha sido propicio para la poda, llegamos a febrero, momento para el abonado del viñedo y los tratamientos con herbicidas. Durante este mes, se prepara el terreno para que tenga una buena cantidad de nutrientes a la hora del brote, que suele darse entre marzo y abril. Además, la característica lluviosa de esta época favorece la preparación del campo, disolviendo estos tratamientos y haciendo que se filtren mejor en la tierra. Para conseguir uvas de gran calidad, es importante tener en cuenta que el abono utilizado tenga estos nutrientes:

  • Potasio. Interviene en la neutralización de los ácidos orgánicos, jugando un papel destacado en la acidez y en el ph del vino.
  • Calcio. Mantiene el equilibrio ácido-base.
  • Magnesio. Favorece el transporte y la acumulación de azúcares y neutraliza los ácidos orgánicos de la uva.
  • Manganeso. Influye, positivamente, en la fertilidad de las yemas. En ciertas regiones vitícolas, se asocia al bouquet del vino.
  • Boro. Favorece la fecundación y el cuajado e interviene, también, en el transporte de azúcares.

En cuanto a los herbicidas, su objetivo es mantener la viña sin malas hierbas. Es importante administrarlo de manera correcta para que cumplan con esta función; de manera que, para facilitar su eficacia, debe ser aplicado en los primeros centímetros del suelo mediante pulverización a baja presión. Febrero es la época ideal para aplicar estos herbicidas, ya que la lluvia que suele caer durante este mes ayuda a que se diluya y penetre en la tierra con más facilidad, creando una película impenetrable por las malas hierbas. Aun así, hay que tener en cuenta que el riego o la lluvia no deben darse hasta siete días después de haber aplicado estos productos. Esta fase del crecimiento de los viñedos es de gran importancia ya que, en función de los nutrientes que se utilicen y de la cantidad que se administre, dependerá la aparición o no del temido corrimiento, que puede arruinar toda una cosecha.

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