Una investigación localiza dieciséis antiguas bodegas en casas particulares a siete municipios de la Sierra de la Albera

El estudio, de Jordi Esteve y Clara Isamat, es el resultado de la primera investigación financiada por la beca 'Eduard Puig Vayreda' que promueve proyectos de investigación inéditos alrededor de la viña y del vino del Empordà

Lunes 15 de Marzo de 2021

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Una investigación del enólogo y sumiller, Jordi Esteve, y de la fotógrafa y sumiller, Clara Isamat, ha permitido localizar dieciséis antiguas bodegas construidas en casas particulares de los municipios de la Sierra de la Albera, en el Empordà. El estudio se ha elaborado durante los últimos dos años gracias a la financiación de la beca Eduard Puig Vayreda, que promueve proyectos de investigación inéditos alrededor de la viña y del vino del Empordà.

La investigación ha permitido identificar e inventariar las bodegas particulares que aún se conservan en las localidades de Cantallops, Capmany, Masarac, Garriguella, Rabós, Espolla y Sant Climent Sescebes. De los dieciséis bodegas inventariados, hay seis que todavía elaboran vino y la mayoría forman parte del Consejo Regulador de la DO Empordà -Martí y Fabra, Castelló Murphy, Bodegas Trobat, Pujol Cargol, Can Torres-Bodega La Gutina y Santamaria-. Los otros diez dejaron de elaborar vino a mediados del siglo pasado, bien por la falta de relevo generacional en las familias de los viticultores o en otros casos para la adhesión a la cooperativa del municipio.

Según se detalla en el estudio, cada antigua bodega tiene una estructura única pero todos ellos comparten elementos comunes. La bodega siempre estaba situada en los bajos de la casa donde también se situaban la cuadra del cerdo, el espacio del mulo y el material agrícola, como el carro. Eran espacios pequeños, pero bien aprovechados.

Las botas eran principalmente de castaño y de diferentes capacidades, desde medio bote (30 l) hasta un tonel (600 l). El estudio también ha permitido localizar tinas picadas en la piedra, las más antiguas, y tinas de obra, construidas a partir de los años cuarenta que se utilizaban para hacer la fermentación macerando la uvas.

Se usaban variedades concretas para elaborar cada vino: la cariñena negra para el vino tinto; la garnacha blanca y roja para la garnacha, el rancio y el vino blanco, y el moscatel para la mistela. El vino se vendía al por menor. La elaboración de vino y de aceite y la producción de productos de la huerta eran la base de las economías familiares.

Basado principalmente en los testimonios de los actuales propietarios de las bodegas, la investigación permite preservar la memoria histórica y de una arquitectura así como de una actividad económica y social vinculada a la elaboración de vino en viviendas particulares. Los autores han recogido su investigación en el libro Antiguas bodegas de la Albera, que también incluye un glosario de léxico rural y tradicional, así como material gráfico histórico y actual de las bodegas. La publicación se puede descargar en la web de la DO Empordà.

Tesoros ocultos

"La beca Eduard Puig Vayreda nos ha dado la oportunidad de buscar, investigar, documentar y preservar, tesoros ocultos en los bajos de las casas de los pueblos de la Albera, que son patrimonio vitivinícola del Empordà. Un patrimonio oculto, que por tenerlo tan cerca, no se ha valorado y no se le ha dado suficiente importancia. También hemos hablado con nuestros abuelos, que son memoria histórica y una parte muy importante del trabajo. Gracias a ellos y ellas, hemos podido recuperar el patrimonio oral ", explican los autores, que añaden:" El valor de las cosas materiales depende de quien las mira y de la capacidad de ver más allá del objeto. Por eso es tan importante la mirada, que en nuestro caso ha sido curiosa e inquieta y observamos con ansias de saber, de conocer, de preservar un legado que se pierde y compartirlo ".

Los autores

Jordi Esteve es técnico enólogo agroalimentario y sumiller. Ha trabajado en bodegas del Empordà, Chile, California e Italia. Desde de 2015 dirige Rims, vinos y viñedos, una pequeña explotación de viña y elaboración de vinos ubicada en Rabós. Es también coorganizador de eventos vinculados al vino, como el ViSwing o la feria Contrabando. Clara Isamat es fotógrafa y sumiller que, durante los últimos años, ha dirigido y producido varios documentales vinculados al vino, como Fermentación espontánea o Revolución Líquida. Asimismo, asesora sobre vinos, organiza catas y conferencias sobre esta temática.

Segunda beca para un estudio sobre el viñedo histórico ampurdanés
Durante la presentación de los resultados de la investigación becada en la primera edición también se ha hecho público la propuesta ganadora de la segunda edición que se ha concedido a un estudio sobre el viñedo histórico ampurdanés, propuesto por Romina Ribera y Oriol Vicente, de Glops d'Història, que desarrollarán el trabajo en los próximos dos años.

El objetivo de la propuesta es poner las bases para la creación de un catálogo topográfico con las parcelas de viña históricas aún en cultivo hoy. El estudio responde a la necesidad de recuperar y crear un conocimiento sobre el viñedo ampurdanés que contribuya a su preservación y gestión, su difusión y uso pedagógico para crear identidad y cohesión social, y su explotación tanto agrícola como turística.

Según se detalla en la propuesta de trabajo, el proyecto tiene tres objetivos básicos: definir el concepto de viñedo histórico en el Empordà a través de sus particularidades históricas, geográficas y culturales; iniciar la creación de un inventario o catálogo de las fincas y parcelas consideradas históricas; y aportar una metodología de catalogación y análisis del viñedo histórico ampurdanés. "Este trabajo pretende dar valor al territorio, a las bodegas, y al enoturismo. A la vez que podría convertirse en un recurso para la producción de vinos de parcelas históricas. Un recurso para la construcción de relatos para la excelencia ", apuntan los ganadores de la segunda beca Eduard Puig Vayreda.

La Beca

El Consejo Regulador de la DO Empordà, la Cátedra del Vino y el Aceite del Empordà, la Universidad de Girona y el Ayuntamiento de Figueres-con la colaboración de la Universidad Rovira i Virgili, el Instituto Catalán del Vino (INCAVI), el Instituto de Estudios Ampurdaneses, la Venerable Cofradía de la Bota de Sant Ferriol, y la Diputación de Girona; el patrocinio de las bodegas La Vinyeta y Perelada, y el apoyo de las bodegas Pere Guardiola, Cooperativa de Espolla y Vinyes dels Aspres- promueven la Beca Eduard Puig Vayreda alrededor de la viña y del vino del Empordà.

La beca de investigación, de carácter bienal, está dotada con 5.000 euros y se concede a un proyecto de investigación inédito en relación con la viticultura y la enología en cualquiera de estos ámbitos: histórico, arquitectónico, etnológico, ambiental, turístico o económico. La concesión de la beca tiene por objetivo profundizar en campos que aún no han sido suficientemente explorados y que pueden favorecer el conocimiento y la evolución del mismo sector vinícola en el campo técnico o comercial.

Los promotores de la iniciativa han querido que la beca lleve el nombre de Eduard Puig Vayreda para homenajear el enólogo ampurdanés, muerto en abril del año 2018. Puig Vayreda fue muy activo en el campo de la divulgación enológica y se puede considerar uno de los principales eruditos que ha tenido Cataluña en este campo. Fue director del INCAVI, fundador y presidente de la Cofradía de la Bota de Sant Ferriol, profesor de la UdG y codirector de la Cátedra de Viticultura y Enología Narcís Fages de Climent. Aparte de su actividad profesional, también destacó por su compromiso cívico y cultural. Fue alcalde de la ciudad de Figueres (1981-1983) y presidió Juventudes Musicales y el Instituto de Estudio Ampurdaneses, además de ser miembro de numerosas entidades. También fue colaborador de prensa, escritor y conferenciante.

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