6 inusuales y muy chispeantes maridajes con burbujas

Os proponemos armonías diferentes para sorprender con vinos espumosos... y otras bebidas carbónicas

Javier Campo

Viernes 24 de Enero de 2020

Compártelo

Leído › 6083 veces

Pues no. No solo estamos hablando de los vinos espumosos. Hay más bebidas carbónicas que van muy bien para maridar. Armonías inusuales y muy chispeantes.

Como ya sabéis el carbónico, que está producido por la fermentación, es un excelente conductor de los sabores. En algunas bebidas, hablamos de una primera fermentación, como por ejemplo en la cerveza, y en otros, de segunda fermentación, como por ejemplo el Cava o el Champagne.

En el caso de las cervezas y dependiendo del tiempo y temperatura conseguiremos unos u otros resultados. En el caso de la segunda fermentación, el tiempo de crianza en botella tiene mucho que ver con el resultado posterior además de la calidad del producto con el que está elaborada la bebida.

Dentro del amplio campo de los vinos espumosos podemos encontrar Cava, Classic Penedes, Corpinnat o vinos espumosos de tal o cual región o grupo, si hablamos de España. En Francia, por supuesto el Champagne. En Italia el Prosecco o el espumante d'Asti. En Alemania el Sekt, otros espumosos en Austria y muchos otros en el resto del mundo. Que no. Que no estamos hablando ni de quien fue primero, ni quien lo hace mejor, ni cual es el mejor, ni nada de eso. Solo de vinos espumosos.

No nos olvidemos de las sidras de manzana o pera que dan mucho juego. Los sakes, hidromiel o kombuchas también son bebidas alcohólicas con carbónico y que, por supuesto, pueden utilizarse para el maridaje.

Os pondré algunos ejemplos:

1. Que os parece si empezamos un menú con una ensalada de queso y frutos rojos y que podemos maridar perfectamente con un champagne rosé por su frescura acidez y matices coincidentes con las frutas del bosque.

2. Luego podemos tomar un carpaccio de gambas con aceite de pistacho y cebollino, acompañado con un buen sake sparkling junmai nigori y esa sensación densa y fresca que nos dan las bebidas niponas.

3. Para rizar lo difícil, unos corazones de alcachofa confitados con huevo poché y virutas de foie. Lo acompañamos con un cava con pase por barricas de jerez y larga segunda crianza para dar estructura.

4. Una suprema de bacalao con su tripa a baja temperatura con crudités de verduritas y acompañada con una sidra de segunda fermentación brut natural que nos ayude con su acidez y sequedad a el paso graso y gelatinoso del pescado.

5. Un poquito de carne ¿no? Vacío de ternera a la brasa que vamos a presentar con una cerveza tipo triple stout con una graduación acorde a la potencia de la carne.

6. Después de este banquete, nos portamos bien y tomamos unas brochetas de fruta de temporada acompañada de un vino suave y dulce como es el Moscato d'Asti, fresco y ligero.

Muchas burbujas frescas y chispeantes que nos llenan... de alegría.

Javier Campo
Sumiller y escritor de vinos
¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 6083 veces