El viñedo de grandes vinos y perros como caballos pequeños

Los primeros romanos que llegaron a la Península nos definieron como tierra de pastores y perros como pequeños caballos, esa definición es la del Mastín Español

Carlos Aguila Muñoz

Lunes 04 de Febrero de 2019

Compártelo

Leído › 11521 veces

El Mastín Español ha acompañado a los pastores trashumantes de la península durante más de 4000 años. Sus especiales características, trabajador y su gran porte intimidatorio, le hacían un perro idóneo para proteger al ganado del ataque de los depredadores, pues es la única raza capaz de hacer frente con éxito al lobo y al oso.

La Trashumancia se desarrolla a lo largo y ancho de toda la península, llevando los rebaños de norte a sur y de sur a norte en función de la fecha del año, buscando siempre temperaturas benignas y pastos abundantes.

Extremadura se convirtió en pieza clave de todo el proceso. Rebaños de todo el norte de España recalaban en tierras extremeñas cuando el frío arreciaba en sus lugares de origen

El decaimiento de la economía tras la Guerra Civil española y la aparición de nuevos medios de transporte, unido todo ello a la casi desaparición del lobo, fue mermando la cantidad y la calidad de los Mastines presentes en Extremadura. Su importancia se fue perdiendo, hasta el punto de que este lugar, en el cual se encontraban algunos de los mejores ejemplares de la raza, desapareció del mapa en lo que a la cría del Mastín ganadero se refiere.

El cultivo de la vid ancla al territorio, la vid requiere trabajo todo el año. Las bodegas crean riqueza, no solo económica, crean riqueza cultural y medio ambiental. Los agricultores son admirables porque echan raíces, alimentan, construyen. Los nómadas buscan otro horizonte, son imposibles de seguir.

Pedro Mercado un arquitecto madrileño se pasó dos años viajando por España buscando la mejor viña con la que elaborar un nuevo proyecto de vida, hacer grandes vinos y además mejorar el medio natural.

En un pequeño pueblo de Extremadura cercano a Mérida encontró un paraje mágico, los Balancines, donde los atardeceres dejan sin aliento y el viento atlántico sopla recuerdos portugueses.

Pedro Mercado

Cuando llegaron en el año 2005 para cumplir el sueño de elaborar grandes vinos se dieron cuenta de que una de las mejores razas de España de perro pastor y que siempre se había depurado mucho en Extremadura estaba prácticamente adulterada, los Mastines de calidad habían desaparecido casi en su totalidad del entorno, siendo sustituidos por perros mucho más pequeños, que se asemejaban a los antiguos mastines pero no conservaban su natural porte intimidatorio, tan importante para disuadir a los depredadores de atacar.

Paralelamente comprobaron que los pastores extremeños se quejaban de ataques de meloncillos, zorros, perros asilvestrados y en el norte de la región se empezaba a hablar de los lobos nuevamente. La arraigada vinculación con el medio natural y el deseo de participar en un proyecto útil para los habitantes de la zona, les decidió hace ahora 12 años, a reintroducir los auténticos Mastines Españoles en la región. Los Pagos se ha dedicado más de una década a buscar por toda España Mastines españoles de pura raza.

Aprendiendo los detalles de su cría, enseñanza y con mucho cuidado en las arias han conseguido criar perros mastines muy puros y seleccionados. A lo largo de los años, han conseguido estabilizar una línea de cría sólida, sana, con un carácter natural tendente a la protección de las personas y el ganado.

Han recuperado la raza para introducirla en rebaños extremeños y a día de hoy hay muchos de los perros que han criado, ya trabajan con ovejas, cabras, caballos, vacas y personas en armonía.

Imaginad si todo eso lo han hecho para recuperar el decaimiento de los mastines! Que no habrán hecho por la tierra, por sus viñedos, por sus uvas... esmero y duro trabajo para mejorar año a año sus vinos, hasta colocarse entre los mejores vinos de España.

Tras más de 12 años trabajando en la recuperación del Mastín Español, ha llegado el momento de rendirle el homenaje que merece. Para ello han unido sus dos pasiones Vino y Mastines. La Colección Mastines de Los Balancines es el mejor tributo a estos animales que llevan siglos caminado junto a nosotros.

Un vino especial, su color recuerda a los atardeceres de ese rincón de Extremadura, los Balancines, suave pero contundente en boca, buen maridaje con toda clase de carnes y excepcional con un trozo de queso de oveja.

Carlos Aguila Muñoz
Winelover y escritor especializado en enoturismo, enología e historia del vino.
¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 11521 veces