Un paseo por la historia y la cultura de los vinos castellanos

El Museo del Vino de Pagos del Rey es una parada obligada en Castilla-León para los amantes del enoturismo. El centro combina su actividad expositiva con una amplia programación cultural con más de una veintena de actividades para grandes y pequeños

Susana Formoso

Miércoles 04 de Marzo de 2015

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Es la propuesta enoturística más ambiciosa de Pagos del Rey. Con poco más de un año en funcionamiento, su Museo del Vino ya ha recibido más de 7.000 visitas. Una cifra que, sin duda, se superará con creces durante el presente 2015, dada la amplia oferta para grandes y pequeños que se ofrece desde este centro de divulgación.

Ubicado en pleno corazón de la D.O. Toro, en Zamora, este museo es, tal y como indica su director, Rodrigo Burgos, “una propuesta moderna e interactiva” en la que grandes y pequeños pueden acercarse “a la historia del vino en la zona de Castilla-León”, de las D.O. Toro, Ribera del Duero, Rioja y Rueda. Para ello, y en una apuesta por la restauración del patrimonio, se llevó a cabo la recuperación arquitectónica del edificio en el que se ubica este centro cultural de Pagos del Rey, “que albergaba la antigua Cooperativa Nuestra Señora de las Viñas”.

El recorrido por el Museo, que dura aproximadamente hora y media, se divide en tres zonas, con la posibilidad de realizar una visita guiada o incluso de conseguir folletos informativos hasta en ocho idiomas. La primera de las áreas, ubicada en una superficie de unos 2.000 metros cuadrados, “recoge grandes piezas” de distintas épocas relacionadas con el mundo vitivinícola. “Es un jardín bucólico, a modo ambientación, que invita al visitante a pasear, y se plantea como un itinerario de carácter didáctico”, explica. Así, se pueden ver desde los utensilios que antaño se utilizaban en el cultivo y recogida de la uva, pasando por paneles explicativos sobre los cuatro tipos de uva que forman la base para los productos de D.O. Toro, hasta vídeos en los que se explica la elaboración del vino.

La segunda de las zonas lleva a los visitantes al corazón de la bodega, ubicada en el mismo recinto que el propio museo. “Se da acceso a la sala de barricas de Pagos del Rey, donde tenemos más de 2.000 de roble americano y francés, siendo esta la más grande de la D.O. Toro”. La tercera área divulgativa se ubica en la planta superior, donde se ofrece una amplia exposición “sobre la historia del vino de Toro desde la Edad Media hasta nuestros días”, especificando todos aquellos cambios que supusieron grandes avances en su elaboración y que han permitido que hoy en día puedan tener una gran calidad.

Alternativa de ocio

Paralelamente al espacio expositivo, el Museo del Vino de Pagos del Rey quiere ser un lugar de referencia de la vida cultural en esta zona. Precisamente para conseguir ese objetivo, desde el centro museístico se ofrecen alternativas de ocio para toda la familia con el mundo del vino como hilo conductor.

No en vano, se acaba de presentar la programación de primavera, que contempla más de una veintena de actos culturales para los próximos cuatro meses. La variedad de iniciativas y la ubicación estratégica de este centro cultural, permite a los visitantes que acuden a Castilla-León acercarse de un modo rápido y sencillo al museo para complementar su recorrido por la zona con una interesante alternativa de ocio basada en el enoturismo.

Esta se divide “en tres grandes ejes: educación, visitas temáticas y formación y difusión”. En el primer caso, las iniciativas se centran, principalmente, en los más pequeños. “Estamos incluidos en la Red de Museos de Castilla-León y parte de nuestros esfuerzos se centran en el trabajo con los niños. Por ello ofrecemos talleres familiares donde, de un modo didáctico, se pueden acercar al mundo de la viticultura y a los valores culturales y sociales asociados a él”, explica Rodrigo Burgos. Uno de los más llamativos es el taller infantil Mensaje en una botella, donde utilizarán estos objetos para construir su propio sistema de mensajería.

En lo que a las visitas temáticas se refiere, se contemplan iniciativas específicas con motivo de ciertas efemérides. Por ejemplo, para el Día Internacional de la Mujer se prevén, para los días 6, 7 y 8 de marzo, recorridos centrados en la figura de la mujer en la historia del vino. Asimismo, también se ofrecen paquetes turísticos especiales (a través de las enoexperiencias) con motivo del Día de la Madre.

El tercer bloque temático de la programación se centra en la “formación y difusión”. Para ello, están previstas varias “catas temáticas” y otras sesiones de iniciación a la cata. Entre ellas, Rodrigo Burgos destaca los “maridajes sonoros”, en los que se combina la degustación de los vinos de las D.O. Toro, Ribera del Duero, Rioja y Rueda con la música o incluso con actuaciones de grupos de cuerda dentro de la sala de barricas. Un entorno inigualable en el que unir las culturas musical y enológica.

Una de las grandes novedades será el proyecto denominado Fin de Semana de Instrumentos Vinofónicos (FIV), en los que mayores y pequeños podrán aprender a construir su propios instrumentos a partir de materiales utilizados en la bodega (vasos, escanciadores, catavinos, botellas...). Concluirá la programación de primavera el próximo 25 de junio con la apertura de una exposición sobre la Cooperativa Nuestra Señora de las Viñas, en la que se conmemora la sociedad que antes albergaba el edificio en que se encuentra el Museo del Vino de Pagos del Rey.

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