Miércoles 18 de Agosto de 2010
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Ponemos a remojo las alubias el día anterior. 
Al día siguiente, vertemos las alubias en una cazuela, las cubrimos con agua fría (dos dedos por encima), echamos un chorrito de aceite de oliva y ponemos a fuego alto para que empiece a hervir. 
Cuando comience a hervir añadimos la cebolla, el puerro y dejamos cocinar a fuego lento. 
Cuando falte media hora para terminar de hacerse las alubias, añadimos la calabaza en trozos y ponemos a punto de sal. 
Una vez cocinadas las alubias y antes de servir, vertemos sobre la cazuela un refrito de ajos cortados en rodajitas y una cucharada de pimentón dulce.
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