Viernes 31 de Octubre de 2025
La comisión de asuntos sociales de la Asamblea Nacional francesa ha aprobado este miércoles, 29 de noviembre, varias medidas que afectan a la fiscalidad de las bebidas alcohólicas, con especial atención al vino. Entre las propuestas aceptadas figuran el aumento sin límite de la indexación de los impuestos especiales sobre el alcohol en caso de inflación, hasta un 1,75 %, y la imposición de una tasa del 3 % sobre las compras de publicidad para bebidas alcohólicas por parte de empresas con una facturación superior a 10 millones de euros. Otras propuestas, como la introducción de un precio mínimo para todas las bebidas alcohólicas o la extensión de la cotización a la seguridad social a todos los alcoholes, han sido rechazadas.
Estas decisiones llegan en un momento complicado para el sector vitivinícola francés, que sufre una caída en el consumo tanto en el mercado nacional como en el internacional y afronta costes de producción elevados debido a cosechas muy bajas. Samuel Montgermont, presidente de Vin & Société, ha señalado que estas medidas suponen un golpe para la viticultura francesa. Según Montgermont, indexar los impuestos especiales sin límite convierte una excepción en norma y añadir una tasa sobre la publicidad debilita aún más la capacidad del vino francés para defender su imagen y sus mercados. Francia ya cuenta con uno de los marcos legales más estrictos del mundo en materia de publicidad del alcohol, regulado por la ley Évin.
Montgermont ha recordado que el sector atraviesa su peor crisis en dos décadas y que los productores piden apoyo y no nuevas cargas fiscales. Considera que estas medidas automáticas y alejadas de la realidad del campo afectarán especialmente a explotaciones que ya están bajo presión económica. Además, ha puesto en valor la incoherencia que supone oponerse a los aranceles estadounidenses mientras se aprueban subidas fiscales internas que pueden tener efectos negativos similares.
El presidente de Vin & Société advierte que gravar más al sector no ayuda a llenar las arcas públicas sino que contribuye al vaciamiento rural, ya que la pérdida de rentabilidad puede llevar al abandono de viñedos y dificultar el relevo generacional. Montgermont insiste en que lo que necesita la viticultura es perspectiva, respeto y coherencia, no nuevos impuestos automáticos.
Las medidas aprobadas han sido impulsadas por diputados influidos por propuestas de Addictions France (anteriormente ANPAA), una asociación que defiende una reducción cuantitativa del consumo de bebidas alcohólicas mediante políticas fiscales. Según los defensores de estos cambios, el objetivo es aumentar los fondos destinados a la Seguridad Social y reforzar las acciones preventivas frente al consumo excesivo.
El debate sobre estas medidas continuará a partir del martes 4 de noviembre durante las sesiones plenarias sobre el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social para 2026. El sector vitivinícola espera poder trasladar sus argumentos y buscar un equilibrio entre salud pública y sostenibilidad económica para miles de productores y regiones rurales.