Un ciberataque paraliza la producción de la principal cervecera de Japón y afecta a pedidos y atención al cliente

Jueves 02 de Octubre de 2025

La cervecera investiga el alcance del incidente mientras sus operaciones internacionales permanecen sin alteraciones

El grupo japonés Asahi, el principal productor de cerveza y bebidas del país con una cuota del 40% del mercado, no ha podido reanudar la producción en sus fábricas nacionales tras sufrir un ciberataque. Así lo ha confirmado un portavoz de la compañía este martes. El incidente, que se produjo el lunes 29 de septiembre, ha provocado una interrupción en los sistemas informáticos que afecta a la gestión de pedidos, los envíos y la atención al cliente en Japón.

Asahi cuenta con 30 plantas en territorio japonés dedicadas a la elaboración de cerveza, bebidas y productos alimentarios. La empresa sigue investigando si todas las instalaciones han detenido su actividad o si algunas continúan operando. Por el momento, no hay una previsión clara sobre cuándo podrá restablecerse la producción.

La compañía, responsable de marcas como Asahi Super Dry Beer, Nikka Whisky y Mitsuya Cider, ha informado que no se ha detectado ninguna filtración de datos personales ni información de clientes a terceros. Sin embargo, las operaciones relacionadas con pedidos y envíos en las empresas del grupo en Japón permanecen suspendidas. También se han visto afectados los servicios de atención telefónica y los puntos de contacto con clientes.

Las operaciones internacionales del grupo, incluidas las actividades en Europa y Reino Unido, no se han visto afectadas por este incidente. Asahi es propietaria de marcas internacionales como Peroni, Pilsner Urquell y Grolsch. En Reino Unido controla la cervecera Fullers, ubicada en el oeste de Londres, que produce London Pride, Cornish Orchard y Dark Star.

En un comunicado emitido este lunes, Asahi ha explicado que está investigando el origen del ataque y trabaja para restablecer el funcionamiento normal de sus sistemas. La empresa ha pedido disculpas a sus clientes y socios comerciales por los problemas ocasionados.

El año pasado, Asahi ya había señalado los ciberataques como uno de los principales riesgos para su actividad a medio y corto plazo. En ese informe interno, la compañía analizaba la necesidad de reforzar sus sistemas de seguridad para reducir posibles daños derivados de incidentes informáticos. Entre las consecuencias previstas figuraban interrupciones en el negocio, problemas de liquidez y daños a la imagen corporativa.

No se ha aclarado si las medidas adoptadas hasta ahora han servido para limitar el impacto del ataque sufrido esta semana. El caso de Asahi se suma a otros recientes en grandes empresas internacionales como Jaguar Land Rover o las cadenas británicas Marks & Spencer y Co-op, que también han sufrido incidentes similares en los últimos meses.

La investigación sobre el alcance del ataque continúa abierta mientras la empresa intenta recuperar la normalidad en sus operaciones dentro de Japón.

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