Martes 11 de Marzo de 2025
Viveros Villanueva Vides ha puesto en marcha el proyecto de I+D denominado "BIOVID", cuyo objetivo es la prospección, estudio sanitario y genético de 1.000 biotipos de 30 variedades de vid con el fin de identificar aquellas con mayor capacidad de adaptación al cambio climático. Este proyecto, que cuenta con el respaldo de la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV) y está cofinanciado por el CDTI y los fondos FEDER, se desarrollará durante un periodo de tres años con un presupuesto de 431.084 euros.
El proyecto se centra en la identificación de biotipos de vid con características genéticas que les permitan soportar mejor las condiciones derivadas del calentamiento global. Para ello, se realizará una exhaustiva prospección en viñedos de distintas regiones españolas, con la colaboración de bodegas y viticultores expertos en sus respectivas zonas. El análisis sanitario de las plantas seleccionadas garantizará que estén libres de virosis, mientras que el estudio genético, que incluirá técnicas avanzadas como la secuenciación masiva del genoma, permitirá identificar marcadores moleculares que faciliten la diferenciación de estos biotipos.
Viveros Villanueva Vides establecerá un banco de germoplasma en una parcela seleccionada para conservar el material vegetal de los biotipos elegidos, lo que permitirá su seguimiento agronómico y enológico. Este campo madre servirá también para desarrollar una nueva gama de clones certificados que se pondrán a disposición del sector vitivinícola en el futuro.
El proyecto cuenta con la colaboración de instituciones y expertos del sector, entre ellos el equipo de Gregorio Muñoz del IMIDRA, el laboratorio de sanidad vegetal de NEIKER dirigido por Raque Atxaerandio, y el Laboratorio de Genética Adaptativa y Genómica del CBGP bajo la dirección de José María Jiménez-Gómez. También participan bodegas como Muga y Sierra Cantabria, junto con numerosos viticultores y productores de diversas regiones.
El proyecto BIOVID se presenta como una iniciativa abierta, que permitirá incorporar nuevos biotipos a medida que se avance en la investigación. Su objetivo es proporcionar a los viticultores y bodegas nuevas selecciones varietales mejor adaptadas a los cambios climáticos y a las demandas del mercado, con variedades como Tempranillo, Verdejo, Albariño, Garnacha, Mencía o Pedro Ximénez, entre otras.