"Bocabajo Castrobrey está pensado para que nos traslade a noches mágicas y maravillosas de meigas y
trasgos."
Apuesta pendiente por Castrobrey al tratarse de una bodega de la subzona Ribera del Ulla, donde siempre hubo una tradición de grandes "aguardenteiros" donde entrado el otoño los vistosos alambiques convertían el inerte bagazo de uva en orujo, que atemperaba las frías y mágicas noches de nuestros inviernos.
Las serigrafías de las botellas están basadas en el valle de Camanzo donde están situadas las cepas viejas con cuyas uvas se hace el albariño
Sin Palabras, con cuyo bagazo nace Bocabajo Castrobrey orujo, licor café y de hierbas, en el río ulla y en la niebla que cubre muchas veces las viñas y que obligó a la bodega a colocar un molino, con cuatro sensores de temperatura por hectárea, para que cuando la temperatura baja de 2ºC empieza a funcionar, subiendo el aire frio y haciendo descender el caliente evitando así que se quemen los brotes.
En los viñedos, al remover la tierra, encontraron "seixo branco" , una piedra que se consideraba por los celtas que siempre aparecía en lugares mágicos. Las figuras fantásticas que podrían habitar entre las viñas, en el río, figuras que podrían hasta volar, o convertirse en sirenas. El naming del producto refuerza la parte fantástica para poder ver la historia cuando ponemos la botella al revés y terminamos el producto.
Todo ello fue diseñado por las Marujas Creativas (unas de las mejores diseñadoras gallegas)