Lunes 15 de Diciembre de 2025
Leído › 556 veces

En la localidad Zamorana de Sanzoles, encontramos uno de los versos libres del vino, Víctor Siesto, una persona movida por sus ganas, pasión e inquietudes. Un productor que piensa sus vinos mucho antes de que las levaduras comiencen su tumultuoso trabajo. Un transgresor de libro con alma de contrabandista (legal) de uvas y emociones. Elabora vinos finos y elegantes, marcados por la mezcla varietal "de aquí y de allá", la originalidad y un fuerte arraigo paternal.
Bodegas Siesto es su proyecto personal, después de una larga trayectoria en el sector, y os aseguro que tiene el encanto suficiente para estar en el radar de cualquier enófilo rastreador de pequeños productores en el medio rural, aquellos que ponen en valor la mixtura de castas con personalidad, que visten sus botellas de forma impecable y que su contenido tiene una historia que contar.
Todo esto lo cumple Víctor en su pueblo adoptivo, donde incluso conserva una histórica bodega subterránea, en la cual sus vinos se entregan al tiempo, el silencio y un poco de misterio. Bajar sus 28 escalones y dejarse arrollar por la bocanada de historia y respeto ya es toda una experiencia.
La recuperación y utilización de esta maravillosa gruta es otro tanto a favor de Víctor, ya que elaborar y criar vinos en estas cuevas históricas no es nada fácil ni cómodo, pero en cambio es realmente positivo, en el aspecto técnico, para los vinos, además de sumar esa parte de romanticismo al asunto. Pero lo más importante, creo, es que se mantengan vivas estas construcciones subterraneas, con centenares de años cumplidos, que son parte de nuestro patrimonio cultural y que sin valientes como Siesto se hundirían en el olvido.
Uno de los exclusivos vinos que se elaboran en esta casa es <Siesto, Vino de Contrabando>, singular donde los haya y con carácter internacional. Un tinto que rompe fronteras para unir dos castas extraordinarias como la Touriga Nacional, traída de Portugal, y la Tinta de Toro del entorno de Sanzoles. Una acertada combinación traducida en un vino único y con registros aromáticos sorprendentes. Un tinto donde la Touriga regala su frescor a la Tinta de Toro, logrando una espectacular boca llena de amplitud y finura.
El nombre, la etiqueta y el propio vino están inspirados en la figura del contrabandista de La Raya (frontera hispano portuguesa), que en tiempos difíciles y de subsistencia, mujeres y hombres, mochila a la espalda y pañuelo al cuello, se ganaban (y jugaban) la vida con una actividad o comercio "ilícito" en el que todas las partes se veían beneficiadas. Café, azúcar, garbanzos, medicamentos, textiles, etc. Todo se podía conseguir en el estraperlo, no sin riesgos, pero ya sabes, cuando la necesidad aprieta todo vale.
Contarte también que <Siesto, Vino de Contrabando>, ha sido incluido en una de las selecciones mensuales de TRESCorchos, la perfecta forma de explorar el mapa vinícola zamorano desde la curiosidad y el placer, donde siempre se dan cita elaboraciones auténticas, singulares y llenas de carácter. ¡Por algo será!
Termino confesando que siempre que visito esta micro bodega disfruto muchísimo, puedo comprobar de primera mano como Víctor es muy feliz con su proyecto, además de seguir teniendo objetivos tangibles y los pies en el suelo. También noto como le siguen brillando los ojos recordando a su padre, ¡el origen de todo!, la inspiración eterna y un cariño presente en cada rincón, en cada vino, en cada escalón.....
Te lo digo yo y punto.

Leído › 556 veces