La vendimia de 2025 arranca en Aragón con previsiones de calidad y aumento de producción

La vendimia de 2025 ha comenzado este martes, 26 de agosto, en Aragón, una de las regiones con mayor riqueza vitivinícola de España. El inicio de la campaña llega acompañado de previsiones optimistas tanto en calidad como en volumen, que se espera sea ligeramente superior al del año anterior. El Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón ha anunciado una inversión de 9,8 millones de euros para impulsar la promoción, innovación y consolidación del sector vitivinícola aragonés.

Aragón cuenta con siete Denominaciones de Origen (DO) y seis Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), lo que la sitúa entre las comunidades autónomas con mayor pluralidad vitivinícola del país. La campaña se desarrolla bajo condiciones favorables: las lluvias primaverales y las temperaturas moderadas en la última fase del ciclo han permitido un desarrollo óptimo del fruto. Esto ha favorecido un envero temprano y un buen equilibrio en la maduración de la uva. Se estima una recolección total de 114 millones de kilos, con predominio de variedades como Garnacha, Tempranillo, Macabeo y Chardonnay.

Javier Rincón, consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, ha explicado que la vendimia 2025 supone un paso importante para consolidar la calidad vitivinícola aragonesa. Según sus palabras, esta cosecha es el resultado del esfuerzo y compromiso tanto de los viticultores como de las bodegas. Rincón ha subrayado que esta añada permitirá reforzar la presencia aragonesa en los mercados nacionales e internacionales y contribuirá al desarrollo sostenible y al reconocimiento del territorio.

El mapa vitivinícola aragonés abarca desde las tierras altas del Pirineo hasta las llanuras centrales y los valles del Sistema Ibérico. Esta diversidad geográfica permite el cultivo de diferentes tipos de uva y la elaboración de vinos muy variados, todos ellos con un fuerte vínculo con el territorio.

La DO Somontano es la primera en iniciar la campaña este año, con una previsión de 17,5 millones de kilos. Campo de Borja, conocida por sus garnachas, espera recoger entre 28 y 29 millones de kilos, superando el volumen del año pasado. La vendimia en esta zona comenzó a mediados de agosto con las variedades más tempranas y se prolongará hasta principios de noviembre.

La DO Cariñena, la más antigua de Aragón, iniciará su vendimia a principios de septiembre con una previsión cercana a los 60 millones de kilos, lo que supone un aumento del 20 % respecto a 2024. Se calcula que aproximadamente el 75 % de la cosecha será mecanizada. En Pago «Aylés», la recogida comenzará alrededor del 1 de septiembre con el Chardonnay como variedad inicial; se esperan unos 650.000 kilos en total, siendo Garnacha, Merlot y Syrah las más representativas.

La DO Calatayud iniciará su recolección a mediados de septiembre con las variedades blancas y continuará hasta finales de octubre con las tintas. La Garnacha tinta representa el 72 % de su superficie cultivada. Se prevé una producción cercana a los 8 millones de kilos, frente a los 6,5 millones recogidos en 2024.

Solar de Urbezo afronta su primera vendimia como sexta DO aragonesa desde su reconocimiento en 2024. Entre septiembre y octubre se recogerán uvas procedentes de sus 232 hectáreas situadas en Cariñena (Zaragoza). Esta denominación se caracteriza por elaborar vinos ecológicos que reflejan fielmente el entorno.

A estas figuras se suman la DO Cava y seis IGP: Bajo Aragón, Valdejalón, Valle del Cinca, Ribera del Jiloca, Ribera del Gállego-Cinco Villas y Ribera del Queiles. Todas ellas contribuyen a ampliar la oferta vitivinícola aragonesa.

El Gobierno autonómico mantiene su apoyo al sector mediante una inversión directa para este año que busca impulsar la promoción exterior e interior del vino aragonés, fomentar la innovación tecnológica en bodegas y viñedos y consolidar prácticas sostenibles. Además, se han puesto en marcha acciones para aumentar la visibilidad del vino regional: entre ellas figura el I Salón Peñín de Vinos de Aragón celebrado en abril o la participación en ferias especializadas. También se han organizado programas formativos dirigidos a profesionales hosteleros.

Estas medidas forman parte de una estrategia orientada a reforzar un sector considerado clave para la economía regional y para mantener vivas tradiciones ligadas al paisaje rural aragonés.