Miércoles 09 de Octubre de 2024
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El consumo de vino en España mantiene una tendencia de crecimiento moderada, de acuerdo con los últimos datos disponibles del INFOVI, a julio de 2024. En el periodo interanual, el consumo alcanzó los 9,76 millones de hectolitros, lo que supone un incremento del 1,3%. Aunque la subida es leve, refleja una continuidad en la demanda que ha estado mostrando tasas de crecimiento superiores al 1% en los últimos meses, apuntando a una estabilidad en las cifras de consumo.
En términos de canales de venta, la categoría de Alimentación sigue siendo la más relevante para el mercado del vino español. Según el informe de Nielsen IQ para el periodo de 12 meses a julio de 2024 (TAM Jun-Jul 24), las ventas en supermercados y tiendas especializadas tuvieron un crecimiento del 4% en valor, alcanzando los 1.773 millones de euros, lo que representa un incremento de 68,3 millones de euros respecto al mismo periodo del año anterior. En volumen, el crecimiento fue más modesto, con un aumento del 0,1%, situándose en 4,07 millones de hectolitros. Este dato marca el mejor registro desde agosto-septiembre de 2021 y pone de relieve la fortaleza del canal de Alimentación en el contexto actual.
Por otro lado, el consumo de vino en el canal de hostelería muestra un comportamiento menos positivo, aunque ha logrado frenar las caídas que se venían observando durante la primavera. Las ventas en este canal han registrado un descenso del 1,2% en valor y del 2,1% en volumen, situándose en 1.396 millones de euros y 2,2 millones de hectolitros, respectivamente. Pese a esta reducción, la tendencia indica una estabilización frente a las caídas más pronunciadas de meses anteriores.
El contexto internacional del consumo de vino presenta grandes retos y cambios. A nivel mundial, se observan dos tendencias contrapuestas: por un lado, se mantienen los consumidores tradicionales que optan por vinos de origen conocido y con sabores familiares; por otro lado, se registra un aumento en la popularidad de nuevas categorías de vinos más ligeros y accesibles, que están captando el interés de nuevos consumidores en diferentes mercados. En este entorno, los vinos españoles están ganando terreno gracias a su competitividad y a la creciente demanda de exportaciones, que se está viendo favorecida por la diversificación de la oferta.
La Interprofesional del Vino de España, en colaboración con el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), ha hecho públicos estos resultados a través de su Informe trimestral sobre consumo de vino en España. La publicación forma parte de las iniciativas incluidas en la Estrategia del sector vitivinícola español 2022-2027, una hoja de ruta que el sector ha consensuado para abordar los retos y oportunidades de los próximos años. Dentro de esta estrategia, uno de los pilares fundamentales es el fortalecimiento de la comunicación y la elaboración de estudios que aporten una visión detallada y precisa del mercado, contribuyendo así a la toma de decisiones para mejorar la competitividad del vino español tanto en el mercado nacional como en el extranjero.
A nivel europeo, el comportamiento del consumo de vino en otros países refleja dinámicas diversas. En Francia, uno de los principales mercados del vino, las dudas sobre el futuro del consumo persisten, especialmente en lo que respecta a las nuevas generaciones, que tienden a buscar bebidas alternativas. Mientras tanto, en Estados Unidos, el principal mercado mundial en términos de valor, se observa una cierta ralentización en las ventas de vino, lo que ha generado incertidumbre en la industria global. Sin embargo, estas tendencias contrastan con la evolución positiva en mercados emergentes, donde el vino está logrando consolidarse como una opción cada vez más atractiva para los consumidores.
El crecimiento moderado en el consumo de vino en España se produce en este contexto global de cambios, donde el sector soporta la necesidad de adaptarse a nuevos hábitos de consumo, la competencia de otras bebidas y el impacto de factores económicos y culturales. La hoja de ruta del sector vitivinícola español, con su enfoque en la innovación y la mejora de la competitividad, busca asegurar que el vino español mantenga su relevancia tanto a nivel interno como en el escenario internacional.
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