Vilma Delgado
Viernes 12 de Abril de 2024
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La Feria de Abril de Sevilla es una experiencia única que combina tradición, cultura y, cómo no, una excepcional oportunidad para disfrutar de algunos de los mejores vinos de España. Si estás planeando asistir este año, prepárate para sumergirte en un mundo de sabores y aromas donde el vino juega un papel protagonista. Aquí te guiaré sobre qué vinos no deberías dejar de probar durante tu visita.
Los vinos que triunfan en la Feria de Abril, como no podía ser de otro modo, son los vinos andaluces, en especial, por su proximidad, los de Jerez y Sanlúcar:
Comenzamos con un clásico imprescindible. La manzanilla es un vino fino, pálido y muy seco, elaborado en la zona de Sanlúcar de Barrameda, en la provincia de Cádiz, a una hora de Sevilla. Este vino es perfecto para empezar cualquier comida o simplemente disfrutarlo en una caseta mientras te deleitas con tapas de jamón, queso o mariscos. Su sabor ligeramente salino y su frescura hacen que sea maravilloso para los días de primavera en la feria.
Otro vino que no puedes pasar por alto es el fino de Jerez. Similar a la manzanilla, pero con un carácter un poco más intenso, el fino se disfruta mejor bien frío y es excelente como acompañamiento de una buena ración de pescaíto frito, una de las tapas más típicas de la feria. Los finos son también vinos fortificados que deben disfrutarse frescos y en buena compañía.
Si buscas algo con más cuerpo y complejidad, el amontillado es tu elección. Este vino, que comienza su vida como un fino o manzanilla, evoluciona después para adquirir un carácter más oscuro y profundamente aromático. Es ideal para acompañar platos más elaborados como una buena tabla de quesos curados o carnes frías.
Para los amantes de los sabores más robustos, el oloroso ofrece notas intensas y una gran riqueza en boca. Este vino no pasa por el proceso de crianza biológica y, como resultado, desarrolla aromas a nuez, especias y cuero. Es excelente para acompañar carnes rojas o guisos más contundentes, platos que a menudo se encuentran en la feria.
Terminamos nuestra selección con un toque dulce. El Pedro Ximénez es un vino dulce, casi como un néctar, hecho con uvas pasas que se han secado al sol para concentrar su dulzor. Este vino es perfecto como postre por sí mismo o para acompañar dulces típicos como los pestiños o torrijas. Su rica complejidad y dulzura lo hacen inolvidable.
Aunque no es un vino, hablar de la Feria de Abril y omitir el rebujito sería pasar por alto una parte esencial de la celebración. El rebujito, es un ingenioso y delicioso cóctel con base de vino que se ha convertido en símbolo indiscutible de la Feria de Abril. La sencillez de su preparación, unida a su capacidad para refrescar y alegrar, lo convierte en una opción favorita para muchos asistentes.
La proporción usual es de una parte de vino por tres partes de refresco, pero esta puede variar según el gusto personal. La clave está en encontrar el equilibrio perfecto entre la sequedad del vino y la dulzura del refresco. A menudo se sirve en jarras o grandes recipientes para compartir, lo que fomenta el espíritu comunitario y festivo de la feria.
Además de estas opciones, en la Feria de Abril también se puede encontrar una gran variedad de cervezas, sangría, tinto de verano y otras bebidas refrescantes.
Así que, ya sea bajo el alumbrado de miles de bombillas o en el bullicio animado de las casetas, Sevilla y su feria te esperan con los brazos abiertos y una copa de vino excepcional para brindar. ¡Salud y buena feria!
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