Maridajes navideños: una guía para elegir el vino perfecto

Cómo armonizar vinos y platos en las fiestas

Manuel Rivera

Miércoles 13 de Diciembre de 2023

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Las festividades de Navidad, una época del año caracterizada por la reunión familiar y el disfrute de manjares gastronómicos, ofrecen una oportunidad excepcional para explorar el vasto mundo de los maridajes entre vinos y alimentos. Esta temporada, marcada por sabores intensos y variados, requiere de una selección cuidadosa de vinos que complementen y realcen los platos típicos navideños.

Para comenzar, es fundamental entender que la elección de un vino adecuado puede transformar una comida navideña en una experiencia culinaria sublime. Los vinos, con su diversidad de sabores, aromas y texturas, tienen la capacidad de armonizar con distintos tipos de alimentos, desde los aperitivos hasta los postres, pasando por los platos principales.

Un elemento clave en la selección de vinos para Navidad es la consideración de los sabores predominantes en los platos típicos de estas fechas. La cocina navideña se caracteriza por una rica mezcla de sabores, donde se encuentran presentes desde los más dulces hasta los más intensos y especiados. Por ello, es imprescindible optar por vinos que puedan equilibrar estos contrastes.

Entre los aperitivos, que suelen incluir una variedad de quesos, embutidos y canapés, los vinos espumosos y blancos ligeros se presentan como una opción acertada. Un Cava o un Prosecco, con su frescura y burbujeo, son ideales para empezar la celebración. Ofrecen un paladar limpio y una acidez que prepara el estómago para los platos venideros.

En cuanto a los platos principales, la diversidad es amplia. En España, por ejemplo, es común encontrar en las mesas navideñas platos como el cordero asado, el cochinillo o el pavo. Para estos tipos de carnes, los vinos tintos con cuerpo y buena estructura tánica son los más recomendados. Un Rioja Reserva o un Ribera del Duero son ejemplos de vinos que pueden acompañar a la perfección estas carnes, gracias a su intensidad y complejidad en boca.

Por otro lado, no podemos olvidar los pescados y mariscos, también muy presentes en las mesas durante estas fechas. Para estos platos más ligeros, un vino blanco con cierta acidez y frescura es el acompañante ideal. Un Albariño o un Verdejo pueden resaltar los sabores del mar sin sobrepasarlos, creando una armonía exquisita en el paladar.

La elección del vino para los postres navideños también merece una mención especial. Dulces tradicionales como el turrón, el mazapán o los polvorones, requieren de vinos que puedan equilibrar su dulzura sin opacarla. Aquí, los vinos dulces o de postre, como un Pedro Ximénez o un Moscatel, son la opción ideal. Su dulzor natural complementa a la perfección el de los postres, cerrando la comida con una nota armoniosa.

Es importante también considerar la temperatura a la que se sirven estos vinos, ya que una temperatura adecuada puede realzar sus cualidades. Los vinos espumosos y blancos deben servirse fríos, pero sin llegar a estar excesivamente helados, mientras que los tintos se benefician de una temperatura ligeramente inferior a la ambiente.

La selección de vinos para acompañar las comidas navideñas no es una tarea menor. Requiere de un conocimiento sobre los sabores y texturas tanto de los alimentos como de los vinos. Una elección acertada no solo realza los sabores de los platos, sino que también contribuye a crear una atmósfera festiva y memorable.

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