¿Nos vamos de vinos o de tapas?

Seguramente, encontraríamos partidarios y detractores de qué es más importante: comer o beber. Lo que es innegable es que el binomio, funciona

Javier Campo

Jueves 27 de Julio de 2023

Compártelo

Leído › 3349 veces

Ir de "ruta" de vinos (o cañas) y tapas, es casi una obligación social en algunas regiones de nuestra geografía. En muchísimos locales han hecho de la tapa una experiencia gastronómica única. El peregrinaje hasta un local en concreto para disfrutar de sus micro creaciones es religión para algunos foodies.

Muchos habréis estado en el barrio Húmedo en León, o en Malasaña en Madrid, o en la calle Laurel en Logroño, o en Santa Cruz en Sevilla, en el Gros de San Sebastián. Y tantas y tantos calles y barrios de España donde ponerte las botas comiendo y bebiendo. O no solo, ponerte las botas. A veces, el ambiente que se crea en estas zonas, es motivo suficiente para visitar y disfrutar.

Mostradores rebosantes de pinchos, pides de beber y luego contamos palillos. O pides una bebida y te ponen una tapa directamente como pasa en muchos puntos de Andalucía. Zuritos rebosantes de vino o copas decentes son diferencias notables que te invitan a ir a un local u otro para ir de ruta. Hay quien disfruta igual de la comida, pero no lo pasa tan bien con el tema del vino mal servido, que esto aun pasa. A los amantes de la cerveza, una caña bien tirada o una sidra bien escanciada marcan también el destino.

En las pizarras, aun de tiza, vemos la oferta de los vinos a copas o las ofertas de la jornada compuestas por combinaciones de bebida y/o comida a las que sucumbimos conscientemente de la venta cruzada y el consiguiente desembolso final. Al tinto y al blanco (de la procedencia que sea) cada vez se le suman más los vinos espumosos y los vinos generosos.  Afortunadamente esto ocurre con más frecuencia porque vamos conociendo las virtudes de estos dos tipos de vino a la hora de usarlos como acompañantes de la tapa.

Para unos, la combinación de sabores, texturas y elementos exóticos son un objetivo. Para otros, la tapa digamos "tradicional" o el pincho son los actores secundarios. Entonces, el protagonista ¿es el vino? Pues tampoco. Ni el vino, ni la cervecita, ni la sidra. El papel estelar es la reunión social en si misma. Te vas con amigos, con familia, con compañeros de trabajo, con quien hace tiempo que no coincides para ponerte al día... Personas y buenos momentos. Que gran maridaje ¿verdad?

Javier Campo
Sumiller y escritor de vinos
¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 3349 veces