Las claves para aprender a relajarse y disfrutar más el día a día

Aprender a relajarse es una competencia básica que todos deberíamos desarrollar. Porque cada día debemos hacer frente a muchas situaciones...

Vilma Delgado

Miércoles 17 de Agosto de 2022

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Aprender a relajarse es una competencia básica que todos deberíamos desarrollar. Porque cada día debemos hacer frente a muchas situaciones estresantes y, al cabo del tiempo, esto le puede acabar pasando factura a nuestro organismo a nivel físico y mental.

Para evitar las consecuencias negativas del estrés, tenemos que saber lidiar con él y estar al tanto de cómo podemos relajarnos.

Cómo aprender a relajarse si vives con mucho estrés

Incluye el deporte en tu rutina diaria

Una de las claves para aprender a relajarse y disfrutar de la vida es hacer deporte. No es necesario que te conviertas en un deportista de élite si nunca has practicado ejercicio, pero es hora de dejar las excusas atrás y hacer algo de ejercicio cada día. Con unos 30 o 40 minutos es más que suficiente.

Puedes hacer el deporte que más te guste: ir al gimnasio a entrenar con pesas, hacer Zumba, montar en bici, salir a correr, o sencillamente a caminar. Si puedes elegir, mejor hacer ejercicio fuera de casa y todavía mejor si es al aire libre.

Mientras estás ejercitando tu cuerpo estás concentrado en lo que haces y eso hace que esos pensamientos que te generan estrés se queden apartados por unos minutos.

Concéntrate en tu respiración

Cuando el estrés y/o la ansiedad están en niveles muy altos, los especialistas recomiendan realizar ejercicios de respiración para llevar al cuerpo y a la mente de nuevo a la calma. Si funciona en los episodios más graves, ¿por qué no probarlo como técnica de relajación para el día a día?

Solo necesitas dedicar unos cinco minutos al día. Siéntate cómodamente (o túmbate) en una habitación tranquila. Inhala lentamente por la nariz, retén el aire unos pocos segundos en tus pulmones y expira también por la nariz.

Si tu mente empieza a divagar, oblígala a volver a concentrarse en el ejercicio de respiración. Al final de la sesión te sorprenderá comprobar que durante el tiempo de la misma te has olvidado de problemas y preocupaciones.

Escucha música relajante

Hay un tipo de música cada momento, pero, si quieres aprender a vivir relajado, vas a tener que encontrar aquellos hits musicales que te permitan evadir tu mente y que te transmitan bienestar y calma.

No hace falta que estés concentrado en la música, basta con que la tengas de fondo y por sí sola obrará su magia. Además, no hace falta que te compliques la vida buscando temas relajantes, en las principales plataformas de streaming puedes encontrar listas con música de este tipo. Si a todo esto le sumas una copa de vino en un lugar tranquilo, podrás conseguir la combinación perfecta para un ambiente relajante.

Organiza tu día a día

Sucede con frecuencia que la fuente de nuestro estrés es una mala gestión de nuestro tiempo. Ya sea porque nos hemos sobrecargado de tareas o porque no somos capaces de establecer prioridades y delimitar tiempos.

Empieza revisando tus obligaciones diarias y dile adiós a esas que no sean realmente necesarias o que puedas delegar en otras personas. Esto por sí mismo ya te va a dar mucho más tiempo libre.

Por otro lado, revisa las tareas prioritarias y organízalas para ir realizándolas a lo largo de la jornada y de toda la semana. Sin olvidar que debe quedarte un día totalmente libre de trabajo, estudio, tareas domésticas, etc.

Consejos para disfrutar del día a día y vivir más relajado

Valora más tu tiempo libre

Cuando se trata de cómo aprender a relajarse, la clave no está en disponer de mucho tiempo libre cada día. Lo importante es lo que haces con esos momentos de asueto y cómo los disfrutas.

Debes empezar a valorar ese tiempo libre que tienes, en lugar de quejarte de lo escaso que es. Aprovéchalo para hacer algo que realmente te guste, como practicar uno de tus hobbies o disfrutar de un baño relajante con algo de música de fondo y una buena copa de vino.

Desconecta del trabajo

En cuanto acabe tu jornada laboral, olvídate del trabajo hasta el día siguiente. El ordenamiento jurídico reconoce el derecho de los trabajadores a la desconexión digital, esto quiere decir que no tienes que atender una llamada de tu jefe o un correo electrónico fuera de tu horario laboral.

En lugar de seguir conectado después del trabajo, prueba a quedar con unos amigos y charlar de vuestras cosas tomando un vino o disfrutando de una cena relajada.

Haz actividades diferentes

En la mayoría de los casos, la mayor parte del tiempo libre del que disponemos se concentra los fines de semana. En lugar de pasarlos en casa, o hacer lo de siempre, es buena idea romper la rutina haciendo algo diferente. Por ejemplo, realizar una visita a una bodega y disfrutar de una degustación de vinos.

Lee más

Grandes empresarios como Bill Gates dedican cada día unos minutos a la lectura antes de dormir. Esto ayuda a relajar la mente y prepararla para el sueño, así que tú también podrías adoptar este buen hábito.

Aprender a relajarse no es tan complicado como puede parecer. La clave está en desear hacerlo de verdad, y empezar a realizar cambios en la rutina diaria.

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