¿Realmente importa la copa de vino?

Muy bien se sabe que el vino es de las bebidas alcohólicas más consumidas en Argentina y resto del mundo, pero, ¿Cómo hemos de tomarlo?

A los amantes del mismo se les ha dicho durante mucho tiempo que ciertas copas de vino son absolutamente esenciales para optimizar características vinosas específicas o enfatizar un vertido particular. ¿Pero, es esto verdad? Si bien algunas formas pueden mejorar su percepción de vinos como Borgoña y Burdeos, lo que realmente ofrecen es disfrute visual y sentido de la ocasión.

Entonces, claro, todas esas siluetas mejoran su experiencia, las copas se pueden obtener en cualquier tienda, pero aquellos que no tienen el espacio o el presupuesto para una variedad de estilos pueden saborear el vino en su máxima expresión con una sola pieza de cristalería universal de la más alta calidad.

Lo que dice la ciencia

Siempre que el diámetro de la parte sin tallo de un vaso, llamado taza o cuenco, sea más ancho que su abertura, el efecto sobre la percepción del aroma y el sabor es mínimo.

Hildegarde Heymann, científica sensorial del departamento de viticultura y enología de la Universidad de California, Davis, llegó a esa conclusión basándose en que las personas probaban el mismo tipo de vino en dos copas diferentes, así como las personas que bebían varios estilos de vino desde el mismo vaso. Habrá "matices", dice, pero no mucha diferencia general.

El estudio definitivo

Gran parte de lo que sabemos sobre las copas de vino y la evaluación sensorial proviene de un estudio de 1999 de Ulrich Fischer.

Para analizar el efecto de la cristalería en el aroma, él y sus colegas cataron a ciegas cuatro vinos diferentes con 10 copas que variaban en altura, apertura y diámetro en su punto más ancho. Varias formas demostraron ser superiores al vidrio de la Organización Internacional de Normalización (ISO), el estándar en ese momento para las degustaciones, en la producción de "las intensidades [de olor] más altas en casi todos los atributos", indicó el informe.

Además, los científicos no encontraron evidencia de que una forma específica pueda acentuar mejor un vino dado.

La copa universal

El vaso universal fue diseñado a raíz de esta investigación y se ha vuelto popular entre los somm y los bebedores caseros.

Aparte de un diámetro de taza que es más ancho que la boca, la mayoría se estrecha para una aireación ideal. Las versiones superiores están hechas con un labio ultradelgado para garantizar que el vino reciba toda tu atención.

"Es una copa perfecta", dice Roland Velich, enólogo de la apreciada bodega de Moric de Austria. "Funciona perfectamente para tantos vinos diferentes y para disfrutarlos a un nivel muy alto". Este post fue extraido del Blog de Jouska Home Bar.