Claves que todo catering debe saber para un maridaje perfecto entre comida y vino

El maridaje es algo fundamental en el ámbito de la gastronomía. Hablamos de esto cuando pensamos en la bebida que...

Juan Antonio Fonseca Serrano

Miércoles 31 de Marzo de 2021

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El maridaje es algo fundamental en el ámbito de la gastronomía. Hablamos de esto cuando pensamos en la bebida que debe combinarse con la comida, pero sobre todo cuando hay vino de por medio. No todo el mundo sabe maridar bien en la mesa, y lo cierto es que saber hacerlo es algo que permite disfrutar mucho más de los sabores.

¿Cómo combinar vino y comida a la perfección?

Como bien nos explican los expertos de Madfolk Catering, la combinaciónde vino y comida, lo que se conoce como maridaje, es esencial para conseguir que tanto lo que comemos como lo que bebemos potencien sus sabores al máximo. Es todo un arte, una disciplina que cualquier amante de la gastronomía debe dominar si realmente quiere saborear cada plato.

No es especialmente difícil, pero sí que es algo que requiere cierta dedicación y aprendizaje. Aquí vamos a ver los maridajes en función de la comida, recomendando tipos de vinos. Ahora bien, ese es el primer peldaño a subir. Después quedan otros tantos escalones que van desde las cosechas y años hasta las marcas y denominaciones de origen. Todo influye, pero aquí tienes el cimiento esencial:

Si la comida es carne

En el caso de que sea bebida para acompañar una carne, se debe escoger el vino en función del tipo de esta. Si es carne blanca como el pavo o el pollo, lo mejor es acompañar con un vino blanco que sea intenso o de cuerpo medio, aunque también se puede conjugar con un tinto afrutado o que también sea de cuerpo medio. Un buen equilibrio entre intensidad y sabor para potenciar la combinación.

Por otra parte, si la carne es roja, es fundamental que el vino tino sea estructurado y de cuerpo medio o intenso. Algo similar ocurre con las carnes de caza, aunque estas solo deben acompañarse con un vino tinto intenso y estructurado. A mayor color y fuerza de la carne, mayor debe ser el del vino para que ambos mariden adecuadamente.

Si la comida es pescado

Al igual que con la carne, existen diferentes tipos de pescado, que además se pueden comer de diferentes formas. Esto influye también en el vino que debes escoger si quieres un buen maridaje. Por ejemplo, si vas a tomar pescado con alguna crema o con alguna salsa, la mejor combinación sin duda es un buen champagne o un vino blanco seco e intenso.

Por otra parte, si el pescado va a ser a la plancha, te sirven tanto los blancos frescos y livianos como los rosados. Puedes probar también con un buen vino espumoso, encaja perfectamente. Asimismo, si lo que buscas es comer pescado crudo al estilo sushi, no hay margen de duda, debes combinar con vino blanco que sea liviano y fresco.

Si la comida es marisco

No existe un único tipo de marisco y, aunque suele aceptar las mismas combinaciones que el pescado en general, hay que especificar algunas situaciones en las que se debe cambiar la elección. Si el marisco se va a tomar crudo, como se suele hacer en las grandes ocasiones, un buen vino blanco fresco acompaña a la perfección, al igual que el champagne.

En el caso de que sea un marisco a la plancha o cocinado con alguna crema y/o salsa, se tiene que optar por un vino espumoso ligero y fresco o uno rosado que siga las mismas pautas, en el primer caso. Para el segundo caso, basta con elegir algo similar al marisco crudo. El maridaje es perfecto en ambos casos.

Otras opciones a tener en cuenta

Aunque hemos hablado de carne, pescado y marisco, lo más habitual tanto dentro como fuera de un catering, por supuesto que hay más comidas y combinaciones a analizar a la hora de conjugar lo que se come y lo que se bebe. Sin ir más lejos, es muy normal plantearse la duda de cómo combinar pasta o arroz con vino, y en este caso lo habitual es es usar un tinto afrutado en el caso de que ambos vayan con una salsa roja.

Si, por ejemplo, hay un buen surtido de quesos por delante, cada tipo debe acompañarse con un vino concreto. Un queso azul funciona mejor con un vino dulce, de la misma manera que un queso fresco va mucho mejor con un espumoso. ¿Vais a catar quesos maduros? Entonces no hay nada como un buen vino tinto que sea intenso y estructurado. Lo mismo sucede si acompañas con algún embutido rojo.

También hay que saber maridar el vino con platos vegetales o ensaladas, aunque aquí el camino es sencillo: usar un vino blanco con toques afrutados y que sea ligero. Con eso, se obtiene un resultado realmente bueno.

Toma nota de todo esto y no dudes en experimentar. Dominar el maridaje es dominar los sabores y las sensaciones, y cuando consigues eso, ya poco puede resistirse en la cocina.

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