Tres vinos tintos de Bodegas Carlos Serres triunfan en el Concurso Mundial de Bruselas 2020

La bodega riojana centenaria Carlos Serres ha recibido 3 medallas en la XXVII edición del Concurso Mundial de Bruselas, el certamen más prestigioso a nivel europeo que, este año, se ha celebrado en la ciudad checa de Brno

Miércoles 16 de Septiembre de 2020

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Los cambios y tendencias en el sector del vino se descubren anualmente en el certamen más prestigioso de Europa: el Concurso Mundial de Bruselas.Celebrado en el corazón vitivinícola de Moravia, concretamente en la ciudad checa de Brno, una zona que dedica gran parte de su viñedo a la plantación de variedades de uva blanca, Bodegas Carlos Serres ha triunfado con tres de sus vinos tintos más emblemáticos: Carlos Serres Crianza 2016 (Medalla de Oro), Carlos Serres Reserva 2014 y Carlos Serres Gran Reserva 2012, ambos reconocidos con una Medalla de Plata.

Metales que distinguen las cualidades organolépticas de algunos vinos de la bodega centenaria riojana ubicada en Haro. No ha sido la primera ocasión que este concurso de referencia internacional ha valorado la calidad y bondades de los diversos vinos de Bodegas Carlos Serres. En años anteriores, Carlos Serres Reserva 2007 fue galardonado con una Gran Medalla de Oro y Onomástica Blanco Reserva 2009 con una Medalla de Plata.

Los tintos de Bodegas Carlos Serres triunfan en el corazón blanco de la República Checa

La vigésimo séptima edición del Concurso Mundial de Bruselas tiene su origen en 1994, cuando Louis Havaux propició en Brujas (Bélgica) la primera celebración de este certamen que, cada año, identifica  el ritmo y las tendencias actuales en el sector del vino. Un concurso que premia y reconoce los mejores vinos, y que este año ha catado 8.500 referencias de 46 países productores. A países tradicionalmente vitivinícolas, tales como España, Francia, Italia, Chile, Australia o Sudáfrica, se han sumado en esta edición vinos procedentes de Bolivia, Armenia, Brasil, Líbano, Marruecos, Serbia o Perú. Sabores e interpretaciones enológicas muy distintas que este año se han evaluado, del 4 al 6 de septiembre, en la incomparable atmósfera modernista de Brno, la ciudad más importante de la región vitivinícola de Moravia. No hay que olvidar que la República Checa cuenta con una tradición vinculada al vino muy arraigada y que, desde la Edad Media, los vinos de la República Checa eran el contenido perfecto que no faltaba en la copa de la nobleza, la burguesía y la realeza.

Vinos Carlos Serres premiados

Carlos Serres Crianza 2016, Medalla de Oro

Las uvas de este 100 % Tempranillo proceden de la Finca El Estanque. Después de un ligero despalillado y estrujado, el mosto macera en contacto con los hollejos durante seis días. Tras la fermentación a una temperatura controlada de 28 ºC durante diez días, permanece durante 14 meses en barricas de roble francés y americano. Afinado en botella durante 6 meses, este vino de color rojo picota, con ribete púrpura, limpio y brillante, desprende aromas a fruta roja madura sobre un fondo especiado, con ligeras notas de regaliz. En boca presenta una buena estructura, sabroso, fresco, frutal, con un final persistente y goloso. Un vino perfecto para acompañar platos de la cocina mediterránea, frituras, verduras a la parrilla, arroces, pasta, legumbres, carnes blancas y rojas, quesos suaves o de media curación, que fue premiado con una Medalla de Oro en el Concurso Mundial de Tempranillo 2019 o con la misma medalla en el Concurso Internacional de Berlín 2016, entre otros.

Carlos Serres Reserva 2014, Medalla de Plata

Una compañía perfecta para todo tipo de carnes asadas, estofadas o a la parrilla, con platos de caza o quesos fuertes y curados. 90% Tempranillo y 10% Graciano, todas las uvas responden a una cuidadosa selección entre las diferentes parcelas de la Finca El Estanque, un viñedo de 60 hectáreas que la bodega posee en el mejor terruño de Haro.

Tras la vendimia manual y el proceso de elaboración, la crianza de este vino tinto se lleva a cabo durante 24 meses en barricas de roble francés y americano. Tras su afinado en botella durante 12 meses, presenta un color rojo picota de intensidad media y un ribete teja que delata su crianza en barrica. Sus aromas a fruta negra madura, tofe y balsámicos, también contiene ligeras notas minerales. En boca muestra una buena estructura: es fresco, con un paso de boca sedoso, elegante, y un final largo y persistente. Además de la Medalla de Plata, en años anteriores este vino también ha sido reconocido con la Gran Medalla de Oro en el Concurso Mundial de Tempranillo 2019, con 90 puntos en WineSpectator 2016 o con 89 puntos en TheWineAdvocate 2016 (Robert Parker Jr.).

Carlos Serres Gran Reserva 2012, Medalla de Plata

Su color rojo rubí brillante, con un ribete anaranjado que denota su larga crianza en barrica y en botella. Sus aromas complejos de larga crianza, con presencia de fruta madura confitada y delicados toques especiados a vainilla o canela. Su elegancia en boca, con un paso de boca aterciopelado y armonioso, y un final largo, fresco y persistente, han sido algunas características que han conquistado al jurado experto.

85% Tempranillo, 10% Graciano y 5% Mazuelo, este vino tinto permanece durante 36 meses en barricas de roble francés y americano. Posteriormente se afina en botella durante 36 meses.

Un vino perfecto para acompañar todo tipo de carnes asadas, estofadas o a la parrilla, pero también con charcutería fina, solomillos, platos de caza y quesos fuertes y curados. Medalla de Plata en el actual certamen, ha sido reconocido con 89 puntos porTheWineAdvocate 2016 (Robert Parker Jr.), con 92 puntos enWineEnthusiast Top 100 Wines of theYear 2016 y con una Medalla de Bronce en elConcurso Internacional IWC 2016.

Bodegas Carlos Serres

Bodegas Carlos Serres es una de las joyas desconocidas de Rioja. Una de esas pocas firmas que pertenece al selecto y exclusivo grupo de las bodegas centenarias riojanas que marcaron un antes y un después en el devenir de la denominación. Una firma clave para contar y hablar del Rioja y su historia. Fundada en Haro en 1896, Bodegas Carlos Serres fue la primera bodega de Haro registrada como comerciante exportadora, con el objetivo de que sus vinos satisfacieran los mejores paladares internacionales. El antiguo edificio se situó en el Barrio de La Estación de Haro. Allí, Carlos Serres aplicó las técnicas de elaboración y crianza heredadas de su país de origen, y dotó a la bodega de un componente comercial que impulsó la internacionalización de sus vinos. A mediados del siglo XX, las necesidades de crecimiento de la bodega y la falta de espacio obligó al traslado de la misma a su nueva ubicación, donde se sitúa hoy en día.

La bodega respeta el legado histórico y tradicional transmitido por su fundador. Los depósitos de hormigón aseguran una perfecta preservación de la máxima expresión frutal de cada variedad por la micro-oxigenación continua que se produce de forma natural por sus poros. A partir del estilo bordelés, implantado por Carlos Serres, las barricas de roble americano y francés de las mejores tonelerías transmiten esas notas especiadas y lácticas en una nave totalmente nueva donde reposan 5.000 barricas. Todo en un estilo arquitectónico que fusiona una historia centenaria con el diseño contemporáneo.

La filosofía internacional que implantó Carlos Serres en 1896 ha permanecido intacta hasta el presente: elaborar vinos finos y elegantes que muestren el carácter atlántico y la personalidad de un terruño histórico como el de Haro.

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