Radiografía del vino Español

Con la mayor superficie plantada de viñedo del mundo, España cuenta con una importante tradición vinícola y con una industria del vino potente y moderna.

Así, la superficie de viñedo de España alcanzó en 2017 las 967.000 hectáreas, una disminución de 8.000 Ha. con respecto a 2016. Seguirían a España, como mayores viñedos del mundo, China con 870.000 hectáreas, Francia (787.000 Ha.), Italia (695 m. Ha:), Turquía (448 m. Ha.) y Estados Unidos (441 m. Ha.)

Este es un sector que hoy vive un cambio de ciclo. El consumo interno se recupera empujado por la reactivación del canal Horeca y la demanda creciente de nuevos consumidores.

De hecho, según datos del OEMV, el consumo de vino ha crecido un 7%  desde el 2009 hasta el pasado año donde el porcentaje de la población española mayor de 18 años que consume vino se situó en el 67%.

En España hay algo más de 18 millones y medio de personas consumen de media entre 5 y 6 copas a la semana, la mayoría de ellas de vino tinto, aunque hay que destacar el incremento del consumo de blancos en jóvenes. Las mujeres también se decantan por los blancos (57%) y los rosados (32%), que también crecen en el público de menos edad.

Buenas noticias para el vino español, que sigue recuperando mercado interior, atento a los cambios que se están produciendo en los modos de consumo, en la distribución, en el enoturismo y en los nuevos y emergentes canales de venta.

En este sentido, el enoturismo español crece un 18,38% durante 2017, según los datos del último informe de ACEVIN sobre visitas a bodegas y museos asociados a Rutas del Vino de España. 

El impacto económico generado por los enoturistas adheridos a este club aumenta en casi un 24% desde 2016, superando los 67 millones de euros facturados el pasado año. 

El mercado nacional, del que sale el 73,79% de visitantes, sigue siendo el principal para el enoturismo de España, aunque se aprecia un ligero incremento (3,42%) de los turistas internacionales que visitan las Rutas del Vino.

MERCADO INTERNACIONAL

El vino español está acelerando su internacionalización con una presencia al alza en los mercados exteriores. Un mercado altamente competitivo que cada vez demanda vinos de mayor calidad.

Con todo, las exportaciones aportan las mayores alegrías al sector. España es en 2017 el mayor exportador mundial de vino en volumen, al vender más del doble de lo que se consume dentro de sus fronteras, y supera claramente a Italia y Francia. Según datos de la OIV, con un volumen de 22.100 millones de litros y una cuota de mercado mudial del 22%, España sigue siendo el mayor vendedor de vinos del planeta.

La facturación ha aumentado extraordinariamente hasta alcanzar casi los 3.000 millones de euros, y los vinos españoles de alta calidad tienen una crítica internacional muy favorable y sorprenden gratamente a gran parte de los profesionales y consumidores mundiales.

Según el último informe elaborado por ICEX, 4.076 empresas exportaron vino en 2017 por un valor de 2.922,7 millones de euros, un aumento del +2,1% en cuanto al número de empresas exportadoras y del +7,8% en cuanto a la facturación por las exportaciones de vino con respecto a 2016, un récord absoluto para España.

Sin embargo, España aún tiene la asignatura pendiente de dar valor a sus vinos, al estar muy lejos de las cifras de sus competidores directos, Francia e Italia, que facturaron 8.989 y 5.873 millones de euros respectivamente en 2017.

Pese a ello, la calidad de los vinos españoles goza de gran consideración por gran parte de los profesionales y consumidores mundiales, lo que supone una excelente ocasión para que los vinos españoles crezcan en valor en los mercados internacionales.

Los principales destinos de los vinos españoles son Alemania, Reino Unido y Francia, si bien los crecimientos más destacados se producen en mercados como EE. UU., Canadá, México, Italia, China e Irlanda. 

Ganar valor es el gran reto del vino español en 2018, tal y como se desprende del último informe de la FEV que, con un prometedor recorrido en los principales lineales y restaurantes del mundo, deberá incrementar precios e imagen en las exportaciones al tiempo de consolidar el incremento de consumo interno, según el organismo.

Para mejorar su imagen, el vino español debe hacer un trasvase de graneles a vinos envasados, reforzar la comercialización y fortalecer la percepción de sus marcas y del país como productor de vinos de calidad.