El Villano de Manada Luparia: un desafío de Castilla La Mancha

Manada Luparia es un proyecto hecho bodega en Daimiel y que está capitaneado por Álvaro Ruíz-Apilánez.

Muy cerca del Parque Nacional de la Tablas, Viña Luparia hace alusión en cada uno de sus vinos a historias, mitos, leyendas o cuentos vinculados a los lobos. No en vano Valdepeñas, es “la tierra de lobos”.

El Villano nos cuenta la historia de un vino elaborado con tempranillo y garnacha de viñas seleccionadas y que dan vida a éste, su vino de máxima expresión.

Se presenta en un elegante estuche, en una elegante botella, con una elegante etiqueta y con un contenido más que elegante, diría yo.

Una vez más, se pone de manifiesto que se pueden crear vinos insultantemente maravillosos, sin importar su procedencia y dicho para aquellos que tienen cierta animadversión cuando los vinos no se elaboran en determinadas denominaciones.

En copa y a la vista, El Villano ofrece un color vivo y brillante que nos recuerda al rubí casi oscuro en una caída cimbreante.

A copa parada, podemos percibir ciertos toques minerales que al entrar en movimiento se entremezclan con frutas rojas maduras donde predomina la cereza que nos anuncia reminiscencias dulces en su sabor. Café tostado y canela se añaden a los aromas dulces de barbas de abuelo en una feria.

Es en boca donde destaca especialmente y se vuelve completamente circular y redondo con toques de cacao y de picotas. Denso y envolvente tiene un largo final que casi suplica el siguiente trago.

Las carnes asadas nos irán de perlas con éste Villano, pero poco hecha. Seamos un poco…licántropos.