Viña Lanciano, el reflejo de un terruño único

Un vino con nombre propio, que se remonta a sus orígenes y que transmite la exquisitez y singularidad de un espectacular viñedo abrazado por el río Ebro

Susana Formoso

Lunes 16 de Marzo de 2015

Compártelo

Leído › 3862 veces

Exquisitez, singularidad y elegancia. Estas son las principales características del Viña Lanciano cuya imagen acaba de ser renovada.

Bautizado con el mismo nombre de los viñedos en los que se cultiva, Viña Lanciano transmite la esencia del meandro natural del Ebro. Las excepcionales condiciones de este suelo fluvial ofrecen todas las garantías para desarrollar una viticultura de calidad en plena Rioja Alta y en las estribaciones de la Sierra de Cantabria.

Este espectacular enclave fue la base de la filosofía de LAN desde sus inicios teniendo claro que la enología comienza por la viticultura y que en la actualidad trabajan con una exhaustiva política de sostenibilidad.

Elaborado a partir de una selección de Tempranillo (85%), Graciano (10%) y Mazuelo (5%), a partir de cepas de más de 30 años vendimiadas manualmente que a su inmediata llegada a bodega son escogidos en mesas de selección por racimo y por grano de modo que únicamente aquellos que cumplen los más estrictos parámetros de calidad lograrán “convertirse” en Viña Lanciano.

El extremo cuidado no solo en la selección de la uva sino también en el proceso de crianza, en roble francés y roble ruso, así como su posterior afinado en botella, hacen de este vino una inmejorable opción para los paladares más exquisitos. No en vano, todas las opiniones de los que ya lo han probado “han sido excelentes”, indican desde Bodegas LAN. Ese aire de exquisitez, singularidad y elegancia resulta “coherente” con la nueva imagen de este reserva “caracterizado por la personalidad del viñedo del que procede y por ser muy refinado”, pero que no deja de lado la historia. Por ello, en su etiqueta se mantiene “la alusión al puente de Mantible”, cuyos restos descansan junto al viñedo y cuya reproducción ha formado parte de la identidad de Viña Lanciano desde los años setenta.

Este vino sorprende por su color rojo brillante muy cubierto a la vista. Unas tonalidades que recuerdan ya en la fase olfativa a las elegantes notas de frutas rojas y negras combinadas con toques licorosos, incluso especiados, y minerales; una característica común a todos vinos que proceden de la finca Viña Lanciano, aunque no con el exhaustivo cuidado prestado en la elaboración. Las reminiscencias frutales se notan, igualmente, en boca, proporcionando taninos dulces y bien pulidos. Viña Lanciano 2010 deja un sabor muy persitente y exquisito del que queda recuerdo.

En definitiva, un elegante reserva que representa a la perfección la calidad de las cepas de Viña Lanciano, que tienen que hundir sus raíces profundamente en la tierra para poder sobrevivir ofreciendo y, al mismo tiempo, un reserva excelso de personalidad diferenciada. El primer vino de Bodegas LAN y que pone de manifiesto el buen hacer de esta empresa enclavada en la Rioja Alta.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 3862 veces