Sábado 01 de Noviembre de 2025
El cierre de pubs en el Reino Unido está generando un aumento de la soledad en las comunidades, según datos recientes recogidos por la British Beer and Pubs Association (BBPA). Una encuesta realizada por esta asociación muestra que dos de cada tres personas consideran que los pubs son “vitales” para combatir el aislamiento social. Además, uno de cada tres encuestados afirma que ellos mismos o alguien cercano han experimentado más soledad tras el cierre de su pub local.
El informe señala que un 60% de los participantes se muestra preocupado por el cierre de pubs en su zona y un 70% considera que estos establecimientos son “importantes” o “muy importantes” para la vida social del barrio. La BBPA ha pedido al Gobierno británico que actúe para proteger al sector, especialmente ante el aumento de los costes regulatorios y fiscales que afectan a los pubs.
Durante los primeros seis meses de 2025, ocho pubs a la semana cerraron sus puertas de forma definitiva en todo el país, según cifras recientes de la BBPA. El sector se enfrenta a dificultades económicas como subidas en las cotizaciones a la seguridad social, el salario mínimo y los impuestos sobre negocios. Datos oficiales del Gobierno indican que 209 pubs fueron demolidos o convertidos para otros usos entre enero y junio.
Emma McClarkin, directora ejecutiva de la BBPA, ha explicado que los pubs son mucho más que lugares donde comprar una bebida. Según McClarkin, para muchas personas, especialmente quienes viven solas o sufren aislamiento, el pub es uno de los pocos espacios donde pueden conversar y sentirse reconocidos. Por este motivo, la asociación pide al Gobierno que escuche la campaña Long Live the Local, que busca mantener abiertos estos espacios para las próximas generaciones.
La encuesta también revela que un 40% de los encuestados ha visto cerrar pubs en su entorno y considera preocupante que no vuelvan a abrir. Desde 2020 han cerrado más de 2.000 pubs en el Reino Unido y se prevé que durante este año cierre uno cada día. La campaña Long Live the Local insiste en la necesidad urgente de una reforma fiscal y medidas para frenar el aumento de costes.
El estudio muestra diferencias regionales sobre la percepción del papel social de los pubs. En el norte de Inglaterra, un 71% opina que los pubs son esenciales para combatir la soledad, el aislamiento y problemas de salud mental derivados. En Gales, este porcentaje es del 64%, mientras que en Escocia alcanza el 63%. Desde 2021, la BBPA ha registrado un saldo negativo de 291 pubs cerrados en el noroeste, noreste y Yorkshire y Humber; Gales ha perdido 132 y Escocia 206.
Según datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONS) en octubre, un 26% de los británicos afirma sentirse solo al menos parte del tiempo. Esta cifra se mantiene alta desde el inicio de los registros en 2020, durante la pandemia. Algunos pubs han intentado paliar esta situación organizando eventos especiales. Un ejemplo es un pub londinense que abrió sus puertas en Navidad para quienes iban a pasar ese día solos, llegando a reunir a más de 150 personas.
McClarkin subraya que para muchos ciudadanos el pub local es una necesidad básica y no un lujo. La pérdida de estos establecimientos puede tener consecuencias graves para quienes dependen de ellos como punto de encuentro social. La responsable pide al Gobierno aprovechar el próximo presupuesto para reformar la carga fiscal y regulatoria sobre los pubs.
Philip Howell, profesor en la Universidad de Cambridge y autor del libro Pub, señala que cuando desaparecen estos locales se resiente la cohesión social. Howell advierte que si no se toman medidas para evitar más cierres, aumentará aún más la soledad y se debilitarán las comunidades.
La BBPA anima a quienes apoyan a los pubs a sumarse a la campaña Long Live the Local y contactar con sus representantes políticos antes del presupuesto estatal. Entre las peticiones figuran una revisión del impuesto sobre negocios, una reducción del impuesto especial sobre bebidas alcohólicas acorde con otros países europeos y medidas contra el aumento de costes regulatorios.