Lunes 22 de Septiembre de 2025
Un estudio realizado por Santé publique France y la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, el Medio Ambiente y el Trabajo (Anses) ha analizado la exposición a pesticidas de las personas que viven cerca de viñedos en Francia. El trabajo, conocido como PestiRiv, se llevó a cabo entre 2021 y 2022 en 265 localidades de seis regiones vitivinícolas: Grand Ouest, Borgoña-Franco Condado, Auvernia-Ródano-Alpes, Provenza-Alpes-Costa Azul, Occitania y Nueva Aquitania. En total, participaron 1.946 adultos y 742 niños.
El estudio midió la presencia de 56 sustancias diferentes en orina y cabello de los participantes, así como en el aire exterior, el polvo doméstico, el aire interior y algunos huertos. También se analizaron posibles fuentes adicionales de exposición como la alimentación y los hábitos de vida.
Los resultados muestran que las personas que residen a menos de 500 metros de viñedos presentan niveles más altos de pesticidas en comparación con quienes viven a más de un kilómetro de cualquier cultivo. Según los datos presentados por Clémence Fillol, representante de Santé publique France, los niveles detectados en orina pueden ser hasta un 45% superiores en estas zonas próximas a viñedos. En el polvo doméstico, las concentraciones pueden superar en más de un 1.000% las encontradas en áreas alejadas de cultivos. En el aire ambiente, los valores pueden multiplicarse por doce.
Durante los periodos en los que se aplican tratamientos fitosanitarios en las viñas, los niveles aumentan aún más: hasta un 60% en orina y más de un 700% en polvo doméstico. En el aire exterior, se han registrado incrementos de hasta cuarenta y cinco veces respecto a zonas alejadas.
El estudio señala dos factores principales que influyen en la exposición: la cantidad total de pesticidas utilizada y la distancia respecto a los viñedos. Otros elementos como el tiempo que se ventila la vivienda o el tiempo pasado al aire libre también influyen, aunque en menor medida.
Los niños entre tres y seis años presentan una mayor impregnación por estos productos. Según explican los responsables del estudio, esto se debe a su contacto frecuente con el suelo y a que tienden a llevarse las manos a la boca. La alimentación también contribuye a esta exposición. Los menores de tres años no fueron incluidos por dificultades técnicas para recoger muestras.
La investigación no ha podido determinar si existe una relación directa entre los niveles detectados y efectos concretos sobre la salud humana, como enfermedades o cánceres. Benoît Vallet, director general de Anses, ha explicado que otros factores ambientales pueden influir en la salud y que serán necesarias nuevas investigaciones para profundizar en este aspecto.
Entre las recomendaciones emitidas figura reducir al mínimo imprescindible el uso de productos fitosanitarios y aplicar con rigor la estrategia Ecophyto para disminuir su utilización. También se aconseja informar previamente a los vecinos antes de realizar tratamientos para que puedan tomar medidas preventivas como descalzarse al entrar en casa o secar la ropa dentro del hogar.
Organizaciones como Générations futures han mostrado su preocupación por estos resultados y piden ampliar las zonas libres de tratamientos alrededor de las viviendas y acelerar la conversión hacia métodos ecológicos. Por su parte, el Comité Nacional de Interprofesiones del Vino (CNIV) ha recordado que el sector ha mejorado sus prácticas durante la última década e insta a los fabricantes a seguir desarrollando productos menos perjudiciales para la salud y el medio ambiente.