Familia Torres prueba energía solar elevada en viñedos para adaptar la viticultura al cambio climático

Jueves 18 de Septiembre de 2025

La instalación piloto en el Penedès busca combinar producción de uva y electricidad mientras protege las cepas del calor extremo

Familia Torres ha puesto en marcha una instalación piloto agrovoltaica en uno de sus viñedos del Penedès, dentro del proyecto GO SOLARWINE. El objetivo de esta iniciativa es impulsar una producción vitícola que sea más respetuosa con el clima y el entorno, integrando la agricultura con la energía fotovoltaica. La instalación busca comprobar si es viable, tanto técnica como económicamente, combinar el cultivo de la vid con la generación de electricidad, y analizar cómo afecta esto al microclima del viñedo y a su productividad ante el aumento de las temperaturas.

La planta piloto se encuentra en el viñedo ecológico Mas Rabell, en Sant Martí Sarroca. Ocupa una superficie de 1.000 metros cuadrados y está formada por paneles solares elevados a cinco metros de altura. Esta disposición permite que una máquina vendimiadora pase por debajo de las placas, lo que facilita la automatización de la vendimia. Este aspecto es novedoso en este tipo de proyectos.

Para comparar los efectos sobre el cultivo y la producción energética, se han instalado dos tipos de placas solares: unas opacas y otras semitransparentes bifaciales. Además, se ha desplegado una red de sensores que miden parámetros del suelo y del clima. Estos sensores permitirán recoger datos para analizar cómo influyen los diferentes tipos de placas en el desarrollo del viñedo y en la eficiencia energética.

La energía generada por esta instalación se utilizará para el autoconsumo en las naves donde envejece Torres Brandy y en la Masía Restaurante Mas Rabell, ambas situadas cerca del viñedo. De este modo, Familia Torres refuerza su apuesta por la autosuficiencia energética y la reducción de emisiones.

Mireia Torres, directora de Innovación y Conocimiento de Familia Torres, explica que este proyecto les ayuda a buscar nuevas formas de adaptarse al cambio climático y a compatibilizar la producción agrícola con la generación de energía limpia. Según señala, el aumento de las temperaturas provoca que las vendimias se adelanten, lo que puede afectar a la calidad del vino. El objetivo es retrasar la maduración de la uva. Las placas instaladas sobre el viñedo dan sombra a las cepas y las protegen del sol directo durante el verano, además de producir electricidad.

El ensayo realizado por Familia Torres forma parte de los dos proyectos piloto previstos dentro del programa SOLARWINE; el otro se desarrolla en Castilla La Mancha. El grupo operativo está liderado por el clúster vitivinícola catalán INNOVI e incluye a Familia Torres, Huerto Tornasol y el Clúster de la Energía de la Comunitat Valenciana (CECV). También participan la pyme tecnológica INDEREN, la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV), el Instituto Catalán de la Viña y el Vino (INCAVI) y Artica Ingeniería e Innovación (artica+i) como oficina técnica.

El proyecto SOLARWINE cuenta con un presupuesto total de 706.696 euros y una financiación de casi 600.000 euros. Está incluido en el Plan Estratégico de la Política Agrícola Común (PAC) 2023-2027 y recibe fondos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación junto con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural.