Maurizio Limiti
Sábado 19 de Julio de 2025
La empresa portuguesa Tree Flower Solutions, fundada por Philippe Ortega, actual director de desarrollo, está especializada en la investigación, desarrollo y comercialización de extractos naturales para el sector agroalimentario. La empresa produce el innovador producto Chestwine: un conservante natural en polvo, desarrollado a partir de la flor masculina del castaño (Castanea sativa). Este extracto sustituye a los sulfitos gracias a su doble acción antioxidante y antimicrobiana, protegiendo el vino de la oxidación y del desarrollo microbiano durante todas las fases de producción y conservación, sin alterar sus características organolépticas.
Chestwine es el fruto de más de diez años de investigación científica. El proyecto comenzó en 2014 en el Centro de Investigación de Montaña (CIMO) de la Universidad Politécnica de Braganza, conocido por su enfoque sostenible y el uso de recursos locales. El equipo analizó más de 500 especies vegetales autóctonas del norte de Portugal en busca de compuestos bioactivos capaces de ofrecer una alternativa válida a los sulfitos, sustancias eficaces pero responsables de reacciones adversas en personas sensibles o alérgicas. El castaño, presente en la región y ya valorado por sus taninos, resultó ser la planta con mejores resultados. El extracto final fue patentado en 2017, tras superar con éxito las pruebas de eficacia, estabilidad y compatibilidad enológica. En 2022, Tree Flower Solutions realizó una primera microvinificación experimental en colaboración con algunas bodegas piloto en Portugal.
El proceso de producción de Chestwine es completamente natural. Las flores del castaño se recolectan a mano en bosques certificados, se secan a baja temperatura para preservar sus propiedades activas y se extraen mediante un sistema controlado a base de agua. El resultado es un tanino natural en polvo, altamente puro y trazable, que puede utilizarse en diversas fases de la vinificación: desde la recepción de la uva hasta la fermentación, la crianza y el embotellado.
El producto no solo cumple con las normas europeas para su uso como aditivo alimentario, sino que también ha sido certificado para vinos ecológicos y está en proceso de registro ante la FDA para su comercialización en Estados Unidos. La empresa ha adoptado un modelo productivo a pequeña escala y de bajo impacto ambiental, colaborando con comunidades rurales para promover el desarrollo económico sostenible.
Chestwine ya ha sido probado en varias bodegas europeas, tanto en España como en Italia. En Italia, la primera bodega pionera en utilizar Chestwine es la Azienda Agricola San Valentino en Rímini (Emilia-Romaña, Italia), con un monovarietal de Sangiovese. A la Azienda Agricola San Valentino se han sumado muchas otras, como la Bodega San Simone en Friuli-Venezia Giulia (Pordenone) con un vino de la variedad Friulano Piwi y la Tenuta Santa Lucia en Emilia-Romagna (Forlí-Cesena) con un Trebbiano.
Los vinos vinificados con Chestwine han mostrado una alta estabilidad oxidativa y microbiológica, acompañada de una expresión aromática mejorada. Se ha observado que los vinos obtenidos con Chestwine resultan más frescos, con menor evolución aromática negativa, una estructura gustativa más limpia y – elemento fundamental – sin alteraciones de color, confirmando así su eficacia como sustituto natural de los sulfitos. Además, el producto no genera sedimentos ni altera el pH del vino, lo que lo hace apto también para vinos sin filtrar.
La bodega nace en los años 90 por iniciativa del padre de Roberto Mascarin, actual propietario junto con Gianluca Marchetti, y gestiona un viñedo de 15 hectáreas de Sangiovese, Grechetto Gentile, Bombino Bianco, Syrah y Cabernet Franc, en el Colle di Covignano, en la provincia de Rímini.
La bodega elabora un vino espumoso con método ancestral (Boom), vinos tranquilos tanto blancos como tintos (ViVi, Scabi, Terra di Covignano y Luna Nuova) y un vino dulce con uvas pasificadas y crianza de más de 20 años en pequeñas barricas de roble con el método solera (Contesse Muschietti).
En 2024 se vinifica finalmente el primer vino sustituyendo los sulfitos con Chestwine; se trata del Fl∞wers, un monovarietal de Sangiovese fermentado y criado en acero. La producción de Fl∞wers es de unas 5.000 botellas, casi todas ya vendidas al mercado estadounidense. Por el momento, las botellas aún no están etiquetadas, pero la etiqueta, ya lista, representa con una acuarela un árbol de castaño.
Con iniciativas como esta, la enología del siglo XXI se acerca a una nueva era: más limpia, más consciente y más respetuosa. Y todo empieza con una flor de castaño.
https://www.vinisanvalentino.com/it