Lunes 21 de Octubre de 2024
El pasado viernes 18 de octubre de 2024 falleció en Madrid Víctor de la Serna Arenillas a los 77 años, cuatro días después de sufrir un infarto a las puertas del diario El Mundo, periódico que contribuyó a fundar y donde trabajó hasta el final de su carrera. Con una trayectoria de más de cincuenta años en el periodismo, De la Serna fue una figura destacada en diversas áreas, desde la política y el deporte hasta la gastronomía y el mundo del vino.
Nacido en Madrid el 14 de abril de 1947, Víctor de la Serna fue el primer español en graduarse en la prestigiosa Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, en Nueva York. A lo largo de su carrera profesional, desempeñó funciones clave en medios de comunicación como Informaciones, El País, Diario 16, y más notablemente en El Mundo, donde ocupó el cargo de adjunto a la dirección. Su paso por la prensa incluyó también el rol de jefe de prensa en la Asociación de Editores de Diarios Españoles. Fue corresponsal en Estados Unidos, cubriendo acontecimientos tan trascendentales como el escándalo de Watergate.
De la Serna provenía de una familia con una profunda tradición en el periodismo. Su bisabuela fue la escritora Concha Espina, mientras que su abuelo, Víctor de la Serna y Espina, fue director del diario Informaciones. Su padre, Víctor de la Serna Gutiérrez-Répide, y su tío, Jesús de la Serna Gutiérrez-Répide, también destacaron en este mismo diario, ejerciendo los cargos de presidente y director, respectivamente. Su madre, Nines Arenillas, fue una reconocida escritora gastronómica. Esta herencia familiar marcó su vida desde joven, impulsándolo a seguir una carrera versátil, combinando el periodismo político y económico con sus otras grandes pasiones: el vino y la gastronomía.
Bajo el seudónimo de Fernando Point, firmó crónicas gastronómicas durante décadas. Su conocimiento y divulgación sobre vinos le valieron un lugar en la Academia Internacional del Vino y en la Real Academia de Gastronomía, así como el reconocimiento de la crítica. De hecho, fue galardonado en tres ocasiones con el Premio Nacional de Gastronomía, en las categorías de periodismo gastronómico, difusión del vino español en el extranjero y por su trabajo en la plataforma digital El Mundo Vino. También fue miembro del Grand Jury Européen y colaborador en numerosas publicaciones especializadas como Decanter, Sibaritas y El País.
En la década de 1990, De la Serna decidió involucrarse directamente en la producción vinícola y en 1998 comenzó a elaborar vino en la zona de la Manchuela, en Cuenca, a través de su proyecto "Finca Sandoval". Durante casi dos décadas, hasta 2019, fue responsable de algunos de los vinos más destacados de la región. Su proyecto enológico alcanzó una gran reputación, con uno de sus vinos obteniendo la más alta calificación otorgada por el crítico Robert Parker a un vino no generoso del sur de España. "Finca Sandoval" fue incluido en varias guías internacionales de prestigio, como Les plus grands vins du monde y 1001 vinos que hay que probar antes de morir. Finalmente, vendió la bodega en 2019.
Además de su trabajo en el ámbito gastronómico, Víctor de la Serna fue un ávido seguidor del baloncesto, deporte que practicó en su juventud. Escribió sobre este deporte desde 1968 bajo el seudónimo de Vicente Salaner. Su dedicación al baloncesto, tanto en España como en el ámbito internacional, lo llevó a ser un referente para los seguidores de este deporte, publicando análisis y crónicas en diferentes medios.
A lo largo de su carrera, De la Serna también destacó por su capacidad para escribir con precisión y claridad sobre temas complejos. Su estilo directo y bien documentado le permitió mantener una gran reputación en todos los campos en los que trabajó. Además, su carácter inquieto y polifacético lo convirtió en una figura influyente en la prensa española, siempre comprometido con la excelencia y la veracidad en sus textos.
Su fallecimiento marca el fin de una era en el periodismo español. Con más de cinco décadas de trayectoria, Víctor de la Serna deja un legado de integridad y profesionalismo. Su labor en la prensa escrita, la radio y el ámbito digital, junto con su influencia en la gastronomía y el mundo del vino, quedará como un testimonio de su pasión y dedicación a todas las facetas que exploró.