Huesca brinda por el vino en un “Somontano en Ruta” de récord

Lunes 13 de Mayo de 2024

El vino, la gastronomía y la cultura se dan cita en Huesca en un multitudinario evento con más de 5.700 copas de vino y 4.000 tapas

La ciudad de Huesca se convirtió en un escenario donde la cultura, la gastronomía y el vino se dieron cita en un evento que, más allá de celebrar el producto local, buscaba destacar la importancia de las Denominaciones de Origen en el fortalecimiento de las comunidades y la economía local. Bajo un cielo despejado y una atmósfera festiva, el evento "Somontano en Ruta" dio el pistoletazo de salida a su edición 2024, una iniciativa que año tras año gana más adeptos y que en esta ocasión ha comenzado con cifras récord, reflejo del creciente interés por la cultura vitivinícola en la región.

El arranque de este tour no podría haber sido más significativo, coincidiendo con la celebración del Día Vino DO, una jornada que se ha consolidado como un momento de encuentro entre productores, consumidores y aficionados al vino, y que este año contó con una participación excepcional de la comunidad local y visitantes. La elección de la plaza López Allué como epicentro de esta fiesta no fue casualidad; su ubicación central y su historia la convierten en un lugar emblemático para eventos que buscan dejar huella en el corazón de la ciudad.

Los números hablan por sí solos: más de 5.700 copas de vino y más de 4.000 tapas fueron la prueba del éxito de esta convocatoria. Estas cifras no solo superan ampliamente las del año pasado, sino que marcan un antes y un después en la manera en que el evento ha sido recibido por el público. Cada copa servida y cada tapa degustada son testimonio del esfuerzo y la pasión que los productores locales invierten en cada botella y en cada bocado.

Las bodegas participantes, verdaderas embajadoras de la DOP Somontano, mostraron lo mejor de sus catálogos, ofreciendo una variedad de vinos que son el fruto de un terroir único y de una dedicación sin reservas a la calidad y la innovación. Los vinos blancos, rosados y tintos no solo fueron el centro de los brindis, sino que también fueron la base sobre la cual se construyeron puentes entre distintas generaciones de amantes del vino y curiosos que se acercaban por primera vez a este mundo.

Acompañando a los vinos, la oferta gastronómica fue un reflejo de la riqueza culinaria de Huesca. Restaurantes de renombre como Las Torres y Lillas Pastia, entre otros, presentaron una selección de tapas que fueron el complemento perfecto para los vinos ofrecidos, creando maridajes que realzaban los sabores y que invitaban a los asistentes a explorar la profunda conexión entre la comida y el vino.

Además del disfrute gastronómico y vinícola, el arte tuvo un papel destacado en la jornada. Los artistas locales Lucía Naval y Javier Garanto, pintando sobre barricas de roble en vivo, aportaron una dimensión creativa que enriqueció aún más la experiencia, mientras que la música de los DJ del Estudio 54 aseguró que el ambiente festivo se mantuviera durante toda la tarde.

Este evento, más allá de ser una celebración del vino, fue un claro ejemplo de cómo las Denominaciones de Origen pueden ser catalizadoras de desarrollo económico y social. Al promover la producción local, no solo se apoya la economía de la región, sino que también se fortalece el sentido de comunidad y pertenencia entre los habitantes.